Se acerca la ocasión para que el pueblo hable. Tú tienes el poder - por Erasmo Quintana *

De nuevo se aproximan comicios electorales: Autonómicos, Insulares y Municipales. No cabe duda de lo importante que son, pues se trata de elegir a aquellas formaciones políticas que van a gobernar los intereses de todos nosotros, o de ciertos poderes económicos, que, junto a un sistema que le va como un guante, tiene a nuestra Comunidad en los puestos más bajos del ranking que refleja el bienestar o malestar de los pueblos; y viene aquí la afirmación de muchos que resaltan lo que nos caracteriza: Canarias está a la vanguardia de todo lo malo y en la cola de todo lo bueno.

Hoy, los partidos políticos -casi todos- no son ni responden a la idea que la gran mayoría del pueblo tiene de ellos. Las actuales organizaciones políticas son auténticas sectas donde hay un gurú que controla de manera férrea, al que acompañan sus más cercanos y obedientes seguidores, nada conspicuos. Por ello, ninguna ideología; la doctrina que siguen y aplican es la del posibilismo práctico para alcanzar cuotas de poder en los organismos públicos, lugares en los que sueñan eternizarse. Para todo el que es separado de esta élite supone un trauma del que tarde se recupera. Así, una de las lacras más perversas son aquéllos que dependen en exclusiva del cargo que ostentan, pues en sus vidas privadas no tienen oficio ni beneficio, por lo que se agarran cual lapa al sillón que de él dependen sin paliativos. Por ello, los que están en esta lamentable situación no dudan en hacer todo lo que les dicen que hagan, aunque de lo que se trate sea la mayor de las ilegalidades: son rehenes del sistema en las organizaciones partidarias si simplemente les va en ello sus garbanzos. Quienes tienen sus puestos de trabajo en propiedad o reservados, volviendo a ellos si cesan en el cargo, a nuestro parecer son más libres y menos manipulables.

Estas son fechas en las que veremos una nube de formaciones partidarias que quieren presentarse a las elecciones, sorprendiéndonos más de una que no sabíamos de su existencia. Nos percataremos de que entre tantas formaciones que se presentan, ninguna pone en su programa algo que tenga que ver con la mejora y atención que hoy demanda nuestras singulares y desvertebradas Islas, al menos desde el punto de vista de la producción. Nunca hemos sabido que existían, por ello, es legítimo  preguntarnos ¿cuándo se ha visto a esta gente cuestionar algo de las decisiones que se toman desde el Ayuntamiento, por ejemplo, y proponer alternativas? ¿Dónde demonios estaban?

Frente a los poderosos tenedores del capital en nuestra Autonomía, está la pobreza agraria, la miseria rural, el elevado paro estructural y el juvenil, los raquíticos mecanismos para la cohesión social, los escasos recursos de producción propios: casi todo viene de fuera. Ya no nos autoabastecemos, cuando las bondades de nuestra tierrita, junto al inigualable clima y su benignidad nos dan los mejores productos del mercado, cosa que hace pensar en resumen, que nuestro campo hoy se encuentra, salvo rarísimas excepciones en completo abandonado. Hasta aquí, los huevos se han puesto en una única cesta, la del Turismo; y como esta moderna industria fracase (que todo aquello que puede suceder, acaba sucediendo), terminaremos comiendo pita sabia, o unos a otros.

En una sociedad moderna como se supone que es la nuestra no podemos permanecer impasibles cuando vemos que en el centro de atención de nuestros políticos no está un servicio tan necesario y esencial como es la Sanidad Pública, ésa que alcanza a todos por igual -tenga posibles o no- y que debe ser en rigor la que le quite el sueño a nuestros gobernantes. Lo que vemos diáfano es que sí pierden el sueño, pero es por la Sanidad Privada, a la que le llega recursos económicos, todo lo que haga falta. De modo, como quien no quiere la cosa, esos recursos económicos se detraen de la Pública (actualmente en pie de guerra por lo abandonada que está, y el desprecio y abuso que se viene cometiendo con todo el personal, médicos incluidos), grave y excepcional situación que afecta de lleno a los pacientes, que son los verdaderos necesitados e ignorados. Lo curioso es que, quien gobierna, con su indiferencia permite este gravísimo problema, y eso que se le supone progresista. Cuando alguna Comunidad incurre en ello, es siempre en connivencia del Gobierno, que nada dice, y debe actuar con contundencia. Como bien hace con Doñana y Ferrovial.

Volviendo a Canarias, reparemos en el Régimen Especial de Abastecimiento (REA) del que hay mucho que hablar. Porque vamos a ver, las exenciones y ayudas por importar determinados productos (muchos  podríamos producirlos nosotros), los empresarios importadores ¿repercuten debidamente ese descuento en los costes finales del producto, o se lo quedan ellos? ¿Quién vigila -o debe vigilar- que el descuento del REA sea, en efecto, para los ciudadanos compradores según contempla la Ley, que para este único fin se hizo? Las carencias de todo tipo que padecemos los canarios por la crisis económica actual, la inflación y el IPC, aconsejan que esta anomalía no debe producirse. Y entre tanto partido que se presenta ¿habrá alguno que conozca este asunto y lleve la solución en su programa?

* Gracias a Erasmo Quintana