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viernes, 26 de abril de 2024 23:38h.

Ángel Guimerá: Un tinerfeño y catalán universal - por Josep Toló Pallás

    "Canarias ha producido tantos genios que corre el riesgo de no darles la importancia que merecen"

Ángel Guimerá: Un tinerfeño y catalán universal - por Josep Toló Pallás *

        Canarias ha producido tantos genios que corre el riesgo de no darles la importancia que merecen.

El día 6 de mayo se cumple el 170 aniversario del nacimiento de Ángel Guimerá y Jorge, nacido en Santa Cruz de Tenerife ese día del año 1845 y que entregó su cuerpo en Barcelona el día 18 de julio de 1924, aun cuando su espíritu continúa vivo a través de su obra colosal.

Su vida es más actual que nunca en estos tiempos de globalización e interculturalidad, y merecería más atención de la que se le presta, principalmente por su genialidad, pero también como testimonio de la posibilidad de echar nuevas raíces, ricas y diversas, compatibles con las de origen.

Nadie hizo más que él para elevar al ámbito universal la cultura catalana, en el extraordinario nivel de sus facetas de escritor, poeta y dramaturgo, y cientos de millones de seguidores en todo el mundo lo elevaron a la inmortalidad.

La grandeza de los países no se mide por la extensión de sus territorios, ni por el número de sus pobladores, pues si así fuera no se entendería el peso específico que tienen en el mundo pequeños países como Suiza, Israel, Luxemburgo, etc.

Tampoco se entendería lo poco que pesan países inmensos como Indonesia, con más de 230 millones de habitantes.

El primer determinante de la grandeza de los países es disponer de personas como Cervantes, Galileo o Guimerá, que trascienden cualquier magnitud física y temporal.

La biografía de Ángel Guimerá es emocionante, y su destino se alió con su genialidad, tanto en la superación de todos los límites humanos como en la resistencia ante la contrariedad que le privó del Premio Nobel para concedérselo al traductor de su obra al castellano.

Después de una breve estancia en Barcelona, se trasladó con su familia en El Vendrell, a la edad de 9 años.

Fue al colegio de Sant Antoni, de los Padres Escolapios de Barcelona, estudiando en lengua castellana y pasando sus tiempos libres en El Vendrell, donde hizo amistad con un grupo de jóvenes que le introdujeron en la lengua catalana y le contagiaron la militancia cultural, manifestada en su fervor por el Renacimiento catalán (La Renaixença), de la que fue un referente internacional en el plano creativo, artístico, social y político.

Con uno de estos amigos (Pere Aldabert), conservó la amistad durante toda su vida, trasladándose a vivir con él y su familia hasta su fallecimiento a la edad de 79 años.

Sus creaciones literarias, poéticas y dramáticas fueron numerosísimas, fueron aplaudidas en los más prestigiosos escenarios del mundo, fueron traducidas del catalán a diversos idiomas, representadas en el cine y él mismo fue galardonado con el título de “Mestre en Gai Saber”(Título honorífico otorgado al ganador por tercera vez), al ganar sus terceros “Juegos Florales” en 1877.(Los Juegos Florales tienen su origen en la antíguo Roma, y renacieron reconvertidos en certámenes artísticos y literarios en Tolosa de Llenguadoc, Toulouse en la actualidad, en el año 1323, y en Barcelona en el año 1859)

Él mismo sería presidente de los Juegos Florales el año 1889, año en que fue elegido presidente de la Lliga de Catalunya.

Fue elegido presidente del Ateneo Barcelonés en 1895

Fundador de la revista semanal “La Renaixensa” y representante universal de la cultura catalana, obtuvo entre otros el máximo galardón concedido por la República Francesa, denominada la “Cruz de la Legión de Honor”, otorgada en el año 1916.

Tuvo un enorme apoyo para obtener el Premio Nobel de 1904, a compartir con el poeta provenzal Frédéric Mistral, junto con el que representaba la vanguardia del Renacimiento occitano-catalán, pero por causas poco claras, que se relacionan con posibles presiones de estamentos españoles, finalmente los galardonados con el Premio Nobel fueron el citado Mistral y José Echegaray, que, curiosamente, además de su propia obra, había traducido al castellano algunas obras de Guimerá.

Formalmente, no se llegó a presentar la candidatura hasta 1906, por parte de miembros de la Academia de Buenas Letras de Barcelona, pero el efecto Guimerá-Mistral ya había pasado de ser actualidad.

Fallecido en Barcelona el día 18 de julio de 1924, su entierro fue multitudinario y su legado universal sigue vigente en las profundidades del alma humana, donde encontramos su testimonio a poco que ahondemos.

En Santa Cruz de Tenerife, Barcelona y El Vendrell, su nombre es recordado en estatuas, teatros, calles y el museo en que se ha convertido su casa familiar en el casco antiguo de El Vendrell, que he visitado, dándose la coincidencia de ser ese municipio donde tengo mi residencia secundaria.

Honrar y respetar a aquellos que nos indicaron el camino de la gloria, del crecimiento humano hacia el espacio del espíritu a través del pensamiento, en un mundo lleno de brutalidad, es de ciudadanos agradecidos, al tiempo que emocionante y gratificante.

http://www.bubok.es/libros/237325

Obra literaria de Josep Toló Pallás:

 

 

* Publicado con autorización del autor