Avances en el empleo

Rafael Álvarez Gil

TELDE ACTUALIDAD *

2023 arrojó a su cierre buenos indicadores en creación de empleo. Sin duda, detrás de este panorama está la reforma laboral capitaneada por Yolanda Díaz y que contó con el respaldo colectivo fruto del diálogo social. Tanto la patronal como Comisiones Obreras y UGT la promovieron. Y la gallega la llevó al Consejo de Ministros amén de un decreto ley que, eso sí, en su convalidación por el Congreso de los Diputados protagonizó un esperpento a raíz de que salió adelante gracias al voto equivocado de un escaño del PP.

Los datos difundidos por el servicio de estudios de Comisiones Obreras avalan el optimismo. En resumen, el empleo creció en 2023 y el paro disminuyó. Recayendo en el detalle: la afiliación a la Seguridad Social aumentó en 29.937 personas en diciembre y acabó 2023 con casi 21 millones cotizantes. A lo largo de 2023 los afiliados incorporados al sistema fueron 539.740 (+2,7%).

Y un dato revelador: el desempleo llegó a su mínimo histórico en un mes diciembre desde 2007 (2.700.000 personas). Estamos hablando de un curso que fue justo antes de que comenzara la crisis financiera y diera lugar a la Gran Recesión de 2008. Por así decirlo, 2007 fue el último festín de la burbuja inmobiliaria en España. Después de 2007 vinieron los retrocesos: proletarización de las clases medias, crecimiento de la deuda pública, recortes de los derechos sociales… 2008 supuso, a todas luces, un punto de inflexión de naturaleza intergeneracional. En 2008 quiebra el pacto entre capital y trabajo y sucumbe el modelo económico de carácter keynesiano que se impuso tras la Segunda Guerra Mundial a ambos lados del Atlántico.

Los avances de la reforma laboral son evidentes. Los datos del servicio de estudios de Comisiones Obreras van más allá. El 86% de los afiliados a la Seguridad Social en el mes que cerró 2023 tienen contrato indefinido. El 77% de los 647.000 nuevos afiliados de 2023 lo fueron indefinidos a jornada completa. Se requirieron menos contratos para crear puestos de trabajo. El 42,8% de los contratos firmados en 2003 fueron indefinidos.

Ahora bien, queda ser más ambiciosos en la regulación laboral en aras de recuperar lo que se perdió con la reforma de Mariano Rajoy de 2012. La indemnización por 45 días es esencial rescatarla. No se puede estimular el despido como recuso fácil de las empresas para cuando vienen mal dadas. Debe activarse un mecanismo disuasorio potente que haga que el despido no solo sea el mal menor sino, incluso, la última opción. De nada vale contar con estabilidad en el empleo si luego sale barato despedir. Esta tarea es imperiosa acometer esta legislatura, a poder ser en 2024.

* Gracias a Rafael Álvarez Gil y TELDE ACTUALIDAD y a la colaboración de Antonio Aguado