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lunes, 29 de abril de 2024 19:20h.

Boric y Petro en la cumbre de Bruselas: La mano izquierda del monstruo - por Oleg Yasinsky

 

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Boric y Petro en la cumbre de Bruselas: La mano izquierda del monstruo - por Oleg Yasinsky, RT

 

Estamos viendo los resultados de la reciente cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea en Bruselas. En el peor momento económico y político desde la Segunda Guerra Mundial para Europa y en tiempos de serios problemas para Latinoamérica, generados por la reciente pandemia, la grave crisis internacional y la falta de proyecto social alternativo al neoliberalismo. Ya existen varios análisis serios y detallados de esta cumbre y para no repetir lo dicho ya varias veces, quiero mencionar sólo una contradicción en la misma esencia del evento. Este es un momento histórico para los países pobres para unirse e independizarse de los centros tradicionales del poder imperial.

La UE sumida en una gravísima crisis sin retorno y totalmente controlada por las transnacionales y su brazo político militar, que es la OTAN, al parecer continúan siendo percibida por varios desde América Latina como referentes sociales y atractivos socios económicos. El mito de Europa de ayer sigue siendo más fuerte que su realidad actual.

Y hablando de los mitos, no podemos dejar de lado uno muy importante, el de la izquierda en el poder en algunos países latinoamericanos. Con las enormes diferencias de su proceso histórico, dos naciones andinas, Chile y Colombia vivieron en los últimos años unos acontecimientos bastante similares: dos fuertes e inesperados estallidos sociales casi al mismo tiempo, un claro rechazo por parte de la mayoría de su población hacia el modelo neoliberal, instaurado a sangre y fuego por EE.UU., la heroica lucha de sus pueblos en las calles contra la brutal represión del Estado y en consecuencia, el triunfo electoral de dos gobiernos de izquierda, comprometidos con un profundo cambio social, representados respectivamente por Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia.

Las declaraciones de los dos respecto a la guerra en Ucrania fueron las noticias de la cumbre. Llegando a Europa desgarrada por la guerra de la OTAN, lo primero que hizo Gabriel Boric fue condenar a Rusia. Literalmente: "Creo que es importante que desde América Latina lo digamos con claridad, lo que sucede en Ucrania es una guerra de agresión imperial, inaceptable, en donde se viola el derecho internacional. Y entiendo que la declaración conjunta está trabada hoy porque algunos no quieren decir que es la guerra contra Ucrania". "Hoy es Ucrania, pero mañana podría ser cualquiera de nosotros… acá se ha violado, claramente, el derecho internacional no por las dos partes, sino por una parte invasora, que es Rusia".

Lula atribuye a la juventud de Boric su postura y "prisas" sobre el conflicto en Ucrania

Lula atribuye a la juventud de Boric su postura y "prisas" sobre el conflicto en Ucrania

La declaración de Gustavo Petro fue más diplomática o más ambigua: "Existe una invasión imperial o imperialista sobre Ucrania, pero ¿cómo se llama la que hubo en Irak o en Libia o en Siria", dijo y agregó que "¿No sería mejor trabajar un concepto general que impida que nadie pueda invadir otro país cualquiera que sea ese nadie?", haciendo un llamado a los participantes para 'criminalizar' cualquier invasión de un país sobre otro. Puso en el mismo plano a Rusia y a EE.UU., logrando generar molestia en Washington y la clara decepción de una buena parte de la izquierda colombiana que lo eligió y siempre lo ha defendido.

Lamentablemente, no fue ninguna sorpresa. Boric desde su primera gira presidencial a EE.UU. no dejó de condenar a los Gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba por la "violación de los derechos humanos", desde el inicio del conflicto, recomienda a los chilenos escuchar a Zelenski, como un ejemplo y conversa con él de vez en cuando, mientras las fuerzas del orden chilenas siguen su guerra contra el pueblo mapuche.

Incluso Gabriel Boric se declara feminista y se preocupa por el lenguaje de género, mientras miles de mujeres migrantes llegan a Chile a trabajar en condiciones de explotación, racismo y discriminación peores que antes, cuando el país está azotado por la delincuencia y la degradación que nunca antes se había visto así en Chile.

Ahora este personaje llega a Europa para advertirnos de la amenaza rusa, porque "mañana podría ser cualquiera de nosotros". Bueno, muchos dirán que es parte de la inexperiencia e ignorancia de Boric. Desde hace años ya uno no cree en ese tipo de excusas, ellos no gobiernan solos. Pero aunque nos basaremos en tal argumento, podemos afirmar que lo de Petro sí es imperdonable desde cualquier punto de vista. Gustavo Petro es culto, es formado, inteligente y entiende perfectamente todo lo que sucede. Sus declaraciones son conscientes, lo que lo convierte de verdad en un traidor, un arrodillado como cualquier otro presidente oligarca y de derecha de toda la historia colombiana. Petro una vez fue un alzado en armas contra el Estado colombiano lacayo del Imperio. Petro ni siquiera suele recordar las ideas del ideólogo del M-19, Jaime Bateman. ¿Por qué? Será porque ya no creía en tales ideas y sólo se sirvió de ellas para escalar a la presidencia

Evitemos los comentarios de "comprensión" porque es que "son ataques, montajes de sus enemigos de ultraderecha"... es que él "está en manos de EE.UU." y "qué más podría hacer?". Sencillo: quedarse callado. Igual que al inicio de su presidencia hace un año, cuando argumentaba que los militares de la OTAN cuidarían los encantos de la selva colombiana y que los honestos expertos de la CIA ayudarían en la lucha contra la corrupción.  

Al parecer, Boric y Petro todavía no saben cómo agradecerle al Gobierno de EE.UU. y a las oligarquías de sus países por permitirles llegar a la presidencia. Contra sus gobiernos no habrá bloqueos económicos ni ataques en la prensa mundial independiente controlada por los demócratas de las transnacionales. Podrán gobernar tranquilos hasta entregar democráticamente el poder a la ultraderecha que espera tranquila y confiada. Por supuesto, si antes sus países no son invadidos por Rusia, como lo advierte el presidente chileno, es el país que más riesgos corre.

Pueden pensar lo que quieren de Rusia, pero ¿acaso no saben que sus ansiados socios europeos están demoliendo los monumentos a los liberadores del mundo del fascismo? ¿Que el Gobierno de Zelenski estableció un régimen nazi en Ucrania mucho antes del ataque ruso y aplicó contra su pueblo todos los métodos, prácticas, discursos y teorías de las dictaduras militares de Latinoamérica? ¿Que la actual guerra en Ucrania es una obra maestra del Gobierno norteamericano y obedece sólo y exclusivamente a sus intereses? ¿Que el "conflicto entre los rusos y los ucranianos" es un invento mediático, tan falso como una guerra entre los habitantes entre dos barrios de la misma ciudad?

Los grandes y verdaderos líderes de la izquierda latinoamericana, el Che, Allende y Fidel, siempre tuvieron bastantes y serias discrepancias con la Unión Soviética. ¿Pero alguien en su sano juicio habría sido capaz de imaginar a alguno de ellos, sobre todo si la URSS estuviera en una situación de conflicto armado con los países la OTAN, llegar a EE.UU. o Europa Occidental invitados por sus gobiernos y hacer declaraciones sobre "la falta de las libertades ciudadanas" o "los crímenes de guerra" soviéticos o de sus aliados? Más allá de estar o no de acuerdo con Rusia, ¿qué de izquierda o de vergüenza queda a estos gobiernos?

 

* Gracias a Oleg Yasinsky, a RT y a la colaboración de Federico Aguilera Klink

https://actualidad.rt.com/opinion/oleg-yasinsky/473985-boric-petro-cumbre-bruselas-mano

OLEG YASINSKY
RUSIA TODAY RT

 

mancheta junio 23