Buenos datos de empleo

Rafael Álvarez Gil

TELDE ACTUALIDAD

La última Encuesta de Población Activa (EPA) de 2023 arroja datos positivos en relación con el empleo. Hay 21.246.900 trabajadores, 783.000 nuevos ocupados en 2023. Y el desempleo se redujo el pasado año en 193.400; 2.830.600 parados en su totalidad. Hay que seguir avanzando pero es un panorama mucho mejor al de los cursos anteriores.

La tasa de desempleo, según la EPA, es en el Estado de un 11,7%. Hay que bajar del umbral del 10% en cuanto que estos nos retornaría al contexto anterior a la Gran Recesión de 2008, en el que el desempleo llegó en España a un 8,3%. Este debe ser el objetivo. Descender a porcentajes de un solo dígito y aproximarnos al pleno empleo (concepto que, en términos absolutos, es imposible).

Canarias cuenta con un desempleo del 16,2%, atestigua la EPA. Lo que nos sitúa por encima de la media estatal. Aunque, muy ligeramente, superamos a Extremadura, Andalucía, Ceuta y Melilla. Lo que resta saber en las próximas EPA es si esa distancia irá creciendo o, por el contrario, las islas se mantienen en el furgón de cola. Como es habitual, la EPA señala dos bloques de desempleo de carácter estructural en España que responde a un eje norte y sur. Por ejemplo, en Cataluña el desempleo es solo de un 9% y en Euskadi un 6,3%. El peso del sector industrial en la economía de ambas zonas lo facilita. Sin embargo, en el archipiélago la excesiva terciarización del tejido productivo es un hándicap para ir más allá. Empero, hay margen de maniobra para ir mejorando el cuadro de empleos en Canarias.

Todo lo que sea volver a ostentar los indicadores previos a 2008, el punto de inflexión histórico que finiquita el modelo ungido tras la Segunda Guerra Mundial en el Viejo Continente, y que responde al keynesianismo como fórmula ante las consecuencias del crac de 1929, es la meta por antonomasia. Y se puede lograr al tiempo que se mejoran los derechos de la clase trabajadora. La reforma del Estatuto de los Trabajadores liderada por la ministra Yolanda Díaz, así como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), no han sido obstáculos para cerrar 2023 con una EPA positiva. Es más, todo el mensaje catastrofista que algunos lanzaron a son que aumentaba el SMI, se ha desvanecido por completo. La realidad impera. Y prevalece lo que Comisiones Obreras ha defendido con ahínco: fortalecer el bienestar de las trabajadoras y trabajadores casa perfectamente con un retrato socioeconómico mejor. Lo que implica que otros, al menos, hagan pequeños sacrificios. Vamos, lucha de clases.

* Gracias a Rafael Álvarez Gil y TELDE ACTUALIDAD y a la colaboración de Antonio Aguado

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