Buscar
viernes, 26 de abril de 2024 10:00h.

Carta abierta a mi entrañable amiga Concha - por Ciro Hernández

Querida Concha, esta desesperada propuesta autogestionaria que nos haces llegar, y que supuestamente será el germen de un poder popular, se parece mucho a los estertores de todo un movimiento social que ha acabado por ser útil a sus propios enemigos...





 

Carta abierta a mi entrañable amiga Concha - por Ciro Hernández

Querida Concha, esta desesperada propuesta autogestionaria que nos haces llegar, y que supuestamente será el germen de un poder popular, se parece mucho a los estertores de todo un movimiento social que ha acabado por ser útil a sus propios enemigos.

En su día, el 15M no me pareció más que una terapia de grupo para el desahogo de las frustraciones y resentimientos sociales lógicamente provocados por la crisis. Ahora, cuando la situación es la peor imaginable, las personas parecen más agotadas e inánimes que nunca antes.

Recuerda que hablamos de ello en su momento. Te dije que el movimiento no tenía debidamente formalizada la crítica al capitalismo, que sin entender la naturaleza del sistema capitalista, y sin conocer su alternativa, iba a ser muy difícil que el movimiento del 15M llegara a ningún sitio. Por tener unos objetivos demasiado concretos y específicos, por pretender atender sólo a las consecuencias inmediatas de la situación, el movimiento ha ido languideciendo hasta casi desaparecer y quedar solo como un memorable recuerdo del que ahora quieren sacar provecho político los mismos que gestionaron los inicios de la crisis. Sí, me refiero a los mismos que tomaron las primeras medidas contrarias al sentir y a los intereses populares de quienes se movilizaron para protestar por aquellas fechas.

Buena prueba de lo que te digo ahora la puedes encontrar en lo que tú nos propones. Quizás no seas consciente de las contradicciones que encierra, pero la objeción (insumisión) fiscal es una medida coincidente con el propósito de los causantes y promotores de la crisis. A ellos les encantaría que la iniciativa privada, entiéndase aquella que no proviene ni de la administración pública ni de cualquier otra instancia del estado, fuera la que se hiciera cargo de la desastrosa situación en la que nos encontramos, a pesar de ser ellos sus responsables. Precisamente ellos, el estado capitalista y quienes lo gestionan, no van a renunciar a ser los 'legítimos' detentadores del poder, los que legalmente se reservan el monopolio del empleo de la fuerza y la coacción a través de la policía, el ejército, el aparato judicial y sus leyes. Ellos no van dejar de defender y proteger los intereses de los capitalistas: de los banqueros y de los grandes empresarios e inversores nacionales e internacionales, a los que, por supuesto, la fiscalidad les representa un serio obstáculo para sus ambiciones de más beneficios y de más poder. Al pretender estrangular la financiación del estado reduciendo sus ingresos y aumentando su déficit, como tú nos propones, lo único que lograrás es desarticular aún más los pocos compromisos y las escasas obligaciones sociales que tiene contraídos con todos nosotros.

Al final, piensa que poder popular es el que hay en Cuba, y que consiste en que el movimiento del 15M cubano, su revolución, consiguió algo que parecería imposible a los ojos de cualquiera: ocupar y controlar el aparato del estado cubano en un momento de debilidad y descomposición de la dictadura de Flugencio Batista. Pero desde luego no fue con campañas de insumisión fiscal, ni tampoco organizando un bienintencionado, caritativo y benéfico movimiento autogestionario de la ciudadanía para resolverle los problemas sociales a la lamentable situación creada por la dictadura de Batista. Los revolucionarios cubanos no se fijaron como objetivo estrangular al Estado en su financiación para que este acabase recortando aun más sus obligaciones a la atención de los derechos sociales —si los había—. En lugar de eso, lograron ocupar el estado, controlar los resortes del poder y darle la vuelta a la situación definitivamente.

Como comprenderás, lamento mucho contarte esto que te cuento, pero a la vista está que no puede ser de otra manera. A pesar de los pesares, recibe todo mi ánimo y mis mejores deseos de éxito en esa iniciativa. Aunque no cambiará sustancialmente el curso de los acontecimientos, al menos, si prospera, servirá para aliviar la situación desesperada de mucha gente. Y eso, literalmente, 'no hay con que pagarlo' en estos momentos.


Ciro Hernández [email protected]