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miércoles, 01 de mayo de 2024 00:33h.

La cesta de la compra y un Gobierno supuestamente de izquierdas - por Nicolás Guerra Aguiar

 

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HAMBURGUESA





La cesta de la compra y un Gobierno supuestamente de izquierdas

Nicolás Guerra Aguiar

ACEITE Y TOMATES
ACEITE Y TOMATES

Cuando por dos botellas de aceite (un litro cada una) y 2,662 quilos de tomate para salsa  aboné 22,82 euros (15,9 y 6,92, respectivamente), me negaron (eso sí, con educación y sin hostilidades) el derecho al pataleo, pues este no estaba incluido en la factura.  Podía ejercerlo, claro; pero el ejercicio de mi libertad añadía un cuatro por ciento de impuestos para ayudar a la navideña paga doble de 350 diputados nacionales, 128 senadores, 1261 parlamentarios autonómicos... etcétera, etcétera, etcétera (etcétera). 

EL ROQUETE GÁLDAR
EL ROQUETE 

  Las cuentas aproximadas están claritas como las aguas de El Roquete sardinero: un diputado o senador debe cobrar este mes en torno a los diez mil euros; sus señorías autonómicas andan a la par, parece: según Diario de Avisos, los setenta diputados canarios percibirán en la doble paga once mil; los consejeros de cabildos (veintinueve solo en Gran Canaria) andarán (google) también por los diez mil en diciembre.  

  En conclusión, y para no perdernos (diputaciones, ayuntamientos, concejalías, jefes de gabinete, delegaciones del Gobierno, subdelegaciones, delegaciones ministeriales…) los diputados nacionales, senadores y parlamentarios regionales suman 1739, a quienes y “quienas” el servicio a la Patria los ha obligado a aceptar tales cargos, impuestos estos bajo pena de rebeldía.  A unos diez mil euros por persona este mes hace un total de… aproximadamente, pues puede producirse un margen de error por mi parte. (¡Horror!)   

  Pero a pesar de estas cantidades (ninguno de ellos, absolutamente ninguna de ellas ha insinuado la renuncia a sus emolumentos extras o, al menos, a reducir un simbólico tanto por ciento), lo cierto es que en el supermercado terminé planteándome si tantos y tantas son tan necesarios en nuestra sociedad (como el Senado, por ejemplo… mas no solo tal institución) para andar como andamos. 

ALIMENTOS

  ¿Mi argumento? Para mí, elemental: si se les paga para buscar y conseguir el bien de la ciudadanía, ¿cómo es que permiten estos disparates en los precios de la comida y sus constantes subidas? ¿Tal vez sus señorías “de izquierdas” forman parte del sistema impuesto por el más duro capitalismo? ¡Ni de coña! ¿Argumentarán que en un Estado de libertades las instituciones no pueden controlar los precios de productos básicos, elementales, de subsistencia… pero sí legalizar amnistías y declarar la guerra? ¿Acaso compatibilizan varios trabajos para llegar decentemente a fin de mes? No parece: setenta mil euros anuales no dan para yates, señoriales caserones o coches de lujo, pero tampoco obligan a mendigar o rendirse al más duro liberalismo. 

  ¿Entonces? ¿Pasotismo, incompetencia, fácil adaptación al medio, desajuste ideológico… o va a resultar que catalanes independentistas, la guerra de Ucrania y la propia Naturaleza -”la pertinaz sequía” franquista- vienen a ser los causantes de tales agresivos desequilibrios? Si un trabajador contratado por una empresa privada no rinde, no produce beneficios, no ejerce su función profesional con aprovechamiento,  la entidad comercial prescindirá de él legalmente. Y saldrá al mercado a buscar inmediato sustituto. 

  ¿Por qué, entonces, profesionales de la política -para algunos, su única ocupación  conocida desde muchos años atrás- permanecen en las listas a pesar de su aparente torpeza, nulidad o ineptitud? ¿Acaso para preguntar en el Parlamento canario ubi sunt (‘dónde están’) tarsos, metatarsos, falanges, falanginas, falangetas, húmeros, fémures y peronés de Fernando Guanarteme… y acabar, tras la sesión, agotadísimos por el esfuerzo intelectual? ¿O es que, quizás, ese tipo de persona es exactamente el que buscan algunos partidos políticos, sabedores y conscientes de sus limitaciones? Tal parece, pero debo estar confundido. (O acaso lo necesite.)  

  La razón de ser de los considerandos anteriores,  estimado lector, está directamente relacionada con establecimientos “de obligado cumplimiento”`por la burguesa, acomodada y maniática obsesión de hacer diariamente desayuno, almuerzo y cena. Son vicios los tres que acaso puedan encasillarse en el quinto pecado capital, el de la gula, pasión del alma definida por la RAE como ‘apetito desordenado de comer y beber’ ajeno a la virtud de la templanza, es decir, ‘Moderación, sobriedad y continencia’. (Un aviso: no debe entenderse la continencia como evitar la expulsión de la orina, es decir, la placentera y vulgar meada para expeler, por ejemplo, lúpulos y maltas combinados con puras aguas cristalinas o, acaso, los cocacolados cubatas tras una noche-amanecida carnavalera, por ejemplo.)  

  Vayamos a los precios, sus evoluciones y posibles influencias en la salud de nuestros paisanos. Así, muy poco tiempo atrás (no el siglo anterior) un bote de mermelada de tomate costaba 0,80 euros: hoy, 1,70. El envase de leche (un litro) se adquiría por 0,60: hoy, a 0,96. El quilo de papas costaba  0,60: hasta hace poco, 4,50. El zumo de naranja (envase de un litro) marcaba 0,80: hoy mismo, 1,40. Solo cuatro ejemplos de menudencias (salvo la leche), estimado lector, citados de memoria y experiencia personal (recuerdo también una marca concreta de cerveza, birra, bière, beer, pivo... De 0,36 euros ha evolucionado a 0,80.) Dejo ya de lado, por disparatados, los elevadísimos precios del pescado, la carne… ¡y las verduras!, elementos imprescindibles para una correcta alimentación. (¿Qué será del potajito? ¿Artículo de lujo?) 

  Consecuentemente (tal parece), los hospitales canarios alargan permanencias de ciertos pacientes: tienen “tres veces más riesgos de morir” que otros (La Provincia). ¿Cuál es la causa? ¡Aaamigo, se llama desnutrición!: es decir, “debilidad, extenuación, depauperación”. Viene a ser exactamente lo contrario (el prefijo des- marca) a ‘Aumentar la sustancia del cuerpo [...] por medio del alimento’. ¿Podría tratarse de -en versión pura y dura- pasar hambre y no simple jilorio? ¿Explica esta situación la proliferación de ofertas en ciertos comederos de dobles hamburguesas cocacoladas en compaña de papas fritas a precios de oferta, baratillo?  ¿Sustituyen hoy al tazón de leche con gofio y bocadillo de queso tierno las palmeras de chocolate, los donuts, los zumos cargadísimos de azúcar al precio de tres un euro? Se ve en la calle. 

  No, la función de la izquierda (cuando no se mancilla su simbólico contenido) no es solo la de permanecer en el poder, “fortalecer la esperanza”, “avanzar en un proyecto común”. Un tercio de los ciudadanos, señores de la autodefinida izquierda, ahora mismo pasa hambre. Miles de trabajadores de ochocientos euros mensuales no pueden alimentar a su gente frente a los precios actuales. Nada les importa la “pacificación de Cataluña”, muchos saben que la derechísima catalana no cejará en su propósito final. Les preocupan las barbaridades de los precios para comer decentemente: que un litro de leche cueste casi un euro no permite comprar dos envases diarios para una familia de cuatro personas.

PLATAFORMA CANARIA EMERGENCIA ALIMENTARIA

  En definitiva: mucha gente ingresa por desnutrición, es terrible noticia. Otra parte muy importante consume pastas casi en exclusiva. Muchos abandonan carnes y pescados por su carestía. ¿Quién puede ofrecer solución a  tanto abuso? ¿La derecha? ¿La extrema? Es un dicho sardinero: “Si quieres lapas negras, tienes que mojarte el culo”. 

 

* Gracias a Nicolas Guerra Aguiar

       

NICOLÁS GUERRA AGUIAR
NICOLÁS GUERRA AGUIAR


 
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