Crónicas libres del mercadillo de Tegueste, abril - por Alba Piñol Farré
El Mercadillo de Tegueste agoniza
Crónicas libres del mercadillo de Tegueste, abril - por Alba Piñol Farré
El Mercadillo de Tegueste agoniza
Este fin de semana el Mercadillo estaba poco animado, decaído, como nunca lo había visto. Hacía mucho calor y los clientes eran contados. Puede que al bochorno provocado por la calima se uniera el efecto trasnochador de las fiestas, que duran unos tres fines de semana, con la elección de la reina de la Romería de San Marcos el sábado noche. Pero hay que reconocer que mientras estaba abierto el Mercadillo, de ocho de la mañana a las dos de la tarde, tuvieron lugar, del otro lado de la carretera, el Campeonato Regional de Arrastre y la Muestra del Dogo Canario donde sí había multitud de espectadores (cosa que me parece muy bien y que no justifique la poca afluencia en el Mercadillo).
Hay que reconocer que como siempre las verduras eran frescas, había gran variación y cantidad de flores, y las papas estaban todas en su punto y como siempre lo encontré pobre en frutas. Había papayas, plátanos y una tercera fruta vendida a precio de oro a pesar de ser su época: las fresas
Mi parón en las crónicas creo que coincidió, no sé si tendría algo que ver, con la semana en que desparecieron los artesanos del Mercadillo de Tegueste. Semana tras semana esperaba que recuperara su cara, su aire, su ambiente pero la espera empieza a ser larga.
Con la desaparición de los artesanos el espació ha quedado vacío. No es que fueran mayoritarios en número, no, es que le cambiaba la cara y ahora nos encontramos con agujeros por todas partes faltándole esa exhibición que suponen los trabajos manuales: cerámica, bordado canario, bisutería, galletitas personalizadas…que nos presentaban los y las artesanos/as y con las que nos deleitábamos, a veces solo con verlos. Por cierto, este sábado había dos nuevos puestos ocupados además de los agricultores y floristas: una artesana de bisutería y la Asociación Vitivinícola de Tegueste.
Cuando nos interesamos por la razón de este cambio que nos dejaba un poco atónitos, los vendedores dijeron que no saber la causa. Unas semanas más tarde, el gerente nos dio la explicación oficial de dichos cambios pero, evidentemente y ante todo, hay que contrastar dichas manifestaciones.