Un desconocido murciano émulo de Bob Dylan - por Erasmo Quintana
Un desconocido murciano émulo de Bob Dylan - por Erasmo Quintana *
Marcelo García es su nombre, veintiseis años tiene, alias Marcelo Criminal. Graduado en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia, es cantautor, el cual saltó a la palestra recibiendo cierta popularidad con la canción “Solán de Cabras”, y el definitivo reconocimiento le vino con el tema “Perdona (ahora sí que sí)”, actuando con el grupo madrileño Carolina Durante, y en compañía de la ganadora de Operación Triunfo, Amaia. Compuso una canción que tituló “El día que murió Pedro Sánchez”, emulando al gran Bob Dylan, ese que defraudó a sus numerosos e incondicionales admiradores porque, sin previo aviso, utilizó en un concierto guitarras tecno, hecho que se consideró como un sacrilegio. Dylan había compuesto un exitoso tema relacionado con el asesinato del presidente de los EEUU, Robert Kennedy, valiéndose Marcelo Criminal de esto, además de una historia ficticia, dejando volar la imaginación. “El día que murió Pedro Sánchez” es su gran creación, coincidiendo con las recentísimas elecciones generales del 23J. La atmósfera ambiente le ayudó al éxito: todos contra Pedro Sánchez y el Sanchismo pero la sabiduría que reside en el pueblo trastocó de medio a medio todos los pronósticos de las más sesudas encuestas que daban por amortizado al presidente en funciones.
https://www.youtube.com/watch?v=G6eThRxLPT0
https://www.youtube.com/watch?v=3NbQkyvbw18
Es posible afirmar que estas recientes elecciones generales podemos calificarlas como de “las mentiras”. Y es que la mentira tiene eso, que a fuer de repetición de datos inexactos e invenciones fuera de control, al final todo el mundo se cree a pies juntillas la mendaz patraña. La gente en su inmensa mayoría es más feliz soñando en alas de la mentira y viviendo en la irrealidad. La campaña llena de inexactitudes inteligentemente diseñadas por ese amigo de narcotraficantes tuvo su relativo “buen” resultado, haciendo que todas las principales encuestas dieran ganador absoluto al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y que gobernaría con su homólogo, Santiago Abascal, de Vox. Los bulos campaban a diestro y siniestro, sin que nadie pudiera detenerlos. Fue en definitiva el pueblo quien mandó parar, cuando le tocó manifestarse con su voto.
Otro dato curioso a considerar, es que cada vez que se celebran elecciones generales, las derechas siempre sacan a pasear el socorrido tema de la banda terrorista ETA. La existencia de dicha banda terrorista es un granero de votos para las derechas, significando su abandono de las armas un serio contratiempo para PP y Vox; pero en realidad poco importa: porque les sigue valiendo sacar a los criminales en procesión cada vez que les hacen falta. Nada les vale que haga más de diez años que la banda se disolviera, abandonando radicalmente los métodos terroristas, sustituida su actuación por la palabra y la política. La derecha del PP y, sobre todo, la ultraderecha de Vox, sacan el terrorismo como si estuviera todavía en activo, asesinando. Qué mendacidad la de estos políticos de pacotilla. Saben, es evidente -repetimos-, que enarbolando al grupo terrorista y el asesinato de Miguel Ángel Blanco, les da votos, puesto que siempre hay gente incauta o de poco alcance que caen en lo tendencioso de enfrentarse al problema.
Otro de los temas favoritos de las derechas es la deuda, como si el Partido Popular, cuando gobierna, no la acrecentara en la cantidad que le hace falta. Cuando no gobierna, la culpa es del Gobierno de coalición. En esto imitan al gobierno catalán, pues la culpa de todas sus incapacidades las tiene España. El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo fue el más votado, pero no podrá formar gobierno con Vox porque, según la aritmética parlamentaria no alcanzan la mayoría, cosa que tal vez sí podrá hacer Pedro Sánchez con el partido Sumar de Yolanda Díaz, siempre que se abstenga el huido catalán, Puigdemont. Esto, o repetición de elecciones. De otro lado, la sorpresa ha sido que los catalanes prefirieron al PSC-PSOE para impedir que ganara Vox. Otro tanto parecido ocurrió en Andalucía y por lo mismo. Estamos ante el rebufo de un nuevo “tamayazo”, pues ahí tenemos a Vox acudiendo a “socialistas buenos” que rompan sus disciplina de partido y voten a favor de Feijóo para que pueda ser presidente del gobierno.
Luego conviene que nos hagamos eco de las incongruencias que habitan en el Partido Popular. Se llenan la boca afirmando que “quienes ganan las elecciones son los que deben gobernar”, y es Feijóo quien más lo defiende porque él ganó. Pero lo pide para llegar al gobierno. Mientras, ejemplos de lo contrario hay unos cuantos: En Andalucía, el pepero Juanma Moreno no ganó, pero gobierna porque buscó los apoyos necesarios; en Castilla y León; Mañueco, del PP, no ganó y le arrebató al PSOE, partido mayoritario, la presidencia; en Extremadura la lista más votada fue la del PSOE, pero eso lo ignoró el PP que pactó para gobernar con VOX. Y en la Comunidad de Madrid, cuando ganó Manuela Carmena, el perdedor José Luis Martínez Almeida (PP), se convirtió en alcalde pactando con todo el que pudo para conseguirlo. Y aquí en Canarias, Domínguez, del PP, gobierna ahora con Clavijo de CC, a pesar de que Torres, del PSOE, obtuvo más votos que ninguno de ellos dos. Así, para el PP, debe gobernar quien más votos tiene (si son ellos quienes se benefician), ahora si son otros, lo mismo que ellos hacen ya no es lícito.
* Gracias a Erasmo Quintana