España ha dado al mundo la cruda imagen de lo que es: Machista - por Erasmo Quintana *

Aquí todavía la mujer continúa siendo para el hombre un objeto, un instrumento que tiene, en la profundidad de su ego, un estatus inferior al suyo. Nuestra sociedad, no nos equivoquemos ni vivamos en el país de las maravillas, no ha dejado de ser machista. La televisiva Carme Chaparro ha tenido el acierto de recordarnos aquel triste incidente del bolígrafo que José M.ª Aznar introdujo en el seno de una periodista incómoda. Diferente es sublimar un ideal, un sueño, a tropezarnos de bruces con la dura realidad: continúa a estas alturas invariable el chorro de agresiones a la mujer con resultado de muerte en una cantidad parecida, un año y el otro también.

A fuerza de repetición parece que nos hemos acostumbrado al número anual de asesinatos a esas víctimas por ser mujeres. No estoy muy puesto en el tema, pero me atrevo a asegurar que las decenas de muertes en el sexo femenino que se dan tan frecuentemente en nuestro país, no tiene parangón con ninguno otro de nuestra cultura y entorno.

El hombre español parece que no se ha desprendido todavía de esa pulsión atávica de la misoginia. Luego, para diferenciarnos en verdad, haciendo realidad el dicho de “España is different”, tenemos una cantidad considerable de partidos políticos -más de lo que la lógica aconsejaría-, y verán que ninguno habla de este problema en las”cartografías” de sus programas. Al único que se le oye en qué basa su proyecto de gobierno es al de Yolanda Díaz, Sumar. En serio, ¿a qué partido que ha gobernado se le escucha decir en qué dedicará sus desvelos, de llegar a las Instituciones administrativas públicas? Le doy un pasaporte gratuito de ida y vuelta a Marte si me dice, con pruebas, que estoy equivocado.  

Lo cierto, mis amigos, es que ahí tenemos a las diputadas representantes de Sumar exponiendo alto y claro qué harán si llegan a formar parte del nuevo Gobierno: conservar lo ya hecho e implementar políticas feministas de apoyo a las madres solas con hijo a cargo; adaptación del horario en base a la flexibilización; no a la vulneración de los derechos fundamentales; cuidar a quienes cuidan; políticas feministas en la precariedad laboral; garantizar los derechos de las trabajadoras de hogar; remunerar dos semanas adicionales por nacimiento de hijo para ambos progenitores; permisos de 32 semanas para familias monoparentales mirando otras experiencias exitosas como Suecia; mantener en la misma línea lo de revisar las pensiones mínimas; de nuevo, al alza el salario mínimo interprofesional (SMI); trabajos con derechos, combatiendo la precariedad…

Volviendo al tema que motiva mi comentario, lo que se ha visto con la gloriosa gesta de esas chicas ganando la Copa Mundial de Fútbol, practicándolo más bonito que los hombres -contra Inglaterra lo convirtieron en un bello espectáculo-, por otro lado nuestro país reveló ser troglodita y antiguo: una nación que no ha salido todavía de las cavernas. Las explicaciones dadas en la Asamblea General Extraordinaria de 25-ago-, por el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, fueron las de un “matao” chandalero, a todas luces impropio de quien cobra más que el presidente del Gobierno de la nación (66.000 euros mensuales, con despacho, celular y coche oficial); su conducta fue vergonzosa, paternalista y machista, al que seguían sus asamblearios palmeros y corifeos con entusiastas aplausos, que se repetían cada dos por tres, corroborando y apoyando que el listorro tratara de apropiarse del protagonismo y la gesta de las campeonísimas mundiales: cargó a una jugadora al hombro como un saco de papas; se cogió en el palco, al lado de la reina y la infanta, su cojonudo paquete y besó en la boca, aprisionándole con fuerza su cabeza, a Jenni Hermoso. Para todo este disparate sirvieron las miserables justificaciones de un impresentable que repitió por quinta vez consecutiva “No voy a dimitir”.

El concernido está inhabilitado en sus funciones durante 90 días por la Comisión Disciplinaria de la FIFA. En su perorata, cargó varias veces, desde su indudable posición de extremaderecha, contra -según su criterio- el “falso feminismo”, “la gran lacra que tiene nuestro país”, culpando de todo a Yolanda Díaz, Ione Belarra, Irene Montero y Pablo Echenique, a los que mencionó expresamente.  Actitud bochornosa la de este individuo que no se puede ni debe repetir. Jenni Hermoso se ha visto obligada a publicar un comunicado ante las acusaciones de Luis Rubiales: “Quiero aclarar que, como se ve en las imágenes, en ningún momento consentí el beso que me dio y, por supuesto, en ningún caso intenté levantar al presidente. No hay piquito consentido”. “Ha cometido esta acción en contra de mi voluntad, sin respetarme”. Violencia sexual se llama a esto, que nos conduce a lo siguiente: en España, ya van cuarenta asesinatos machistas o de género a las mujeres en lo que va de año.

* Gracias a Erasmo Quintana