A Helmuth von Moltke , un mariscal de campo alemán del siglo XIX, se le atribuye el aforismo: "ningún plan sobrevive al contacto con el enemigo". La esencia de su observación es la siguiente: no importa cuán meticulosamente planifiques una operación militar, debes estar preparado para adaptarte sobre la marcha en función de lo que sucede en el campo de batalla. La planificación es un conjunto dinámico, no estático, de maniobras de unidad y reglas de enfrentamiento.

Lo que me lleva a algunas observaciones sobre los planes de Estados Unidos y la OTAN al comienzo de la “Operación Militar Especial” rusa en Ucrania (también conocida como “invasión”). Había muchísimas esperanzas detrás del plan de Occidente para derrocar a Putin y dividir a Rusia. Occidente apostó fuertemente por la “esperanza” de que el ejército ucraniano estuviera mejor entrenado, equipado y dirigido que sus homólogos rusos. Eso resultó no ser cierto. Rusia, con una fuerza numéricamente inferior, rápidamente destruyó infraestructura militar clave en los primeros días de la guerra, que incluía radares, campos aéreos, sistemas de defensa aérea y aviones. Los planificadores occidentales aparentemente no se dieron cuenta de que la capacidad de los pilotos ucranianos para apuntar a aviones de combate rusos dependía de un sistema de radar terrestre que Rusia destruyó dentro de las primeras 24 horas del ataque.

El "hopium" occidental también contaba con que el ejército ruso fuera un grupo variopinto de reclutas enojados liderados por un grupo de generales gordos y corruptos que ganaban dinero gracias a iniciativas empresariales criminales. Cuando Rusia lanzó misiles hipersónicos contra Yavoriv (una base de facto de la OTAN en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia), los planificadores occidentales quedaron completamente sorprendidos. Aún así, a pesar del éxito de ese ataque, la inteligencia occidental continuó insistiendo durante los primeros meses de la invasión en que Rusia desplegó un ejército Potemkin y que su suerte estaba destinada a acabarse.

El hopium también fue el estribillo, a partir de finales de marzo de 2022, con respecto a la capacidad de Rusia para lanzar ataques con misiles. Escribí sobre esto en noviembre pasado (¡¡ POR EL AMOR DE DIOS, QUE ALGUIEN LE DIGA A PUTIN QUE SE QUEDÓ SIN MISILES DE PRECISIÓN!! ). Este es uno de los primeros ejemplos de abril de 2022.

La estrategia de “esperanza” de Occidente también apuesta a que Occidente podría fácilmente aislar a Rusia en el escenario internacional y devastar su economía con sanciones. Ups!! En lugar de aislar a Rusia e infligir un caos económico, Rusia respondió rápidamente y se restableció como líder del Sur Global, se fusionó con China en una alianza de facto y aumentó su industria de defensa a niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial. Creo que la cita atribuida al almirante Yamamoto al final de la película, Tora, Tora, Tora, captura los resultados inesperados de la arrogancia occidental: “Me temo que todo lo que hemos hecho es despertar a un gigante dormido y llenarlo de una terrible resolución . "

Los líderes rusos advirtieron a Occidente la semana pasada. El Ministro de Asuntos Exteriores Lavrov, el Jefe de Defensa Shoigu, el ex Presidente Medvedev y el Presidente de la Duma Volodin comunicaron un mensaje sencillo: Ucrania debe capitular o dejará de existir como nación. De este y otros temas hablé hoy con la jueza Napolitano: