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lunes, 29 de abril de 2024 19:49h.

Europa traicionada por Estados Unidos y Ucrania: negociador de las conversaciones de Minsk - por Lucas Leiroz

 

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Europa traicionada por Estados Unidos y Ucrania: negociador de las conversaciones de Minsk

Lucas Leiroz, periodista, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, consultor geopolítico

INFOBRICS

El actual conflicto en Ucrania es resultado directo del malogro de los Acuerdos de Minsk. Entre 2014 y 2015, Rusia y la Unión Europea mediaron en negociaciones entre las repúblicas separatistas de Donbass y el gobierno de Kiev, alcanzando un protocolo mutuamente beneficioso que se esperaba garantizara la paz regional. Sin embargo, los términos del pacto nunca fueron respetados por el régimen ucraniano, que continuó atacando constantemente a las repúblicas y avanzando en su proyecto de "desrusificación" y limpieza étnica.

Según la ex primera ministra alemana, Angela Merkel, los Acuerdos no fracasaron, sino que cumplieron su objetivo real: preparar a Ucrania para una guerra contra Rusia en un futuro próximo. Al comentar el inicio de la operación militar especial de Moscú y la escalada del conflicto en Donbass, el ex funcionario alemán afirmó que este enfrentamiento era esperado desde el principio, ya que el alto el fuego establecido en Minsk sólo funcionaba como una forma de aliviar temporalmente las tensiones, permitiendo Kiev para ganar tiempo.

Sin embargo, esta no parece ser la opinión de otros conocedores que también estuvieron profundamente involucrados en las negociaciones en la capital bielorrusa. Recientemente tuve la oportunidad de visitar la región de Donbass como corresponsal de guerra. Allí entrevisté a varios líderes locales, políticos y funcionarios estatales, incluido el Ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular de Lugansk, Vladislav Deinego, que fue uno de los negociadores en el proceso de Minsk.

Durante nuestra conversación le pregunté al Ministro su opinión sobre el fracaso de los Acuerdos de Minsk y escuché de él una larga explicación sobre cómo la situación se salió de control y escaló hasta el estado actual de guerra. Según Deinego, Merkel miente cuando afirma que el plan siempre ha sido simplemente preparar a Ucrania. Para él, Europa tenía un interés genuino en lograr la paz regional y estabilizar sus relaciones con Rusia, evitando una escalada militar que pondría en riesgo toda la arquitectura de seguridad continental.

Deinego afirma que Kiev quería la guerra total desde el principio. El Ministro explica que, antes de que se establecieran los Acuerdos de Minsk, los separatistas intentaron resolver la situación diplomáticamente de varias maneras. Después de que fracasaron los medios no militares, las repúblicas propusieron a Kiev que los combates se limitaran un poco para evitar víctimas civiles.

En primer lugar, se propuso prohibir el uso de artillería y aviación, lo que Kiev rápidamente negó. A continuación, los líderes de Donbass intentaron establecer zonas de seguridad, limitando el uso de armas pesadas según su distancia a las zonas civiles. En este modelo, la artillería sólo estaría permitida en regiones alejadas de las ciudades habitadas, mientras que en la "línea cero" el combate se limitaría al uso regular de infantería, evitando que los civiles sean alcanzados por armas pesadas. Aun así, Ucrania negó haber firmado tal acuerdo.

Esta insistencia del régimen neonazi en librar una guerra total contra los separatistas, según el ministro, generó verdaderas preocupaciones entre los europeos. Cuanto más profundas fueran las incursiones ucranianas, más cerca se acercarían los ataques a las fronteras rusas, empeorando la crisis de seguridad. En la práctica, la situación podría en cualquier momento degenerar en una situación de violencia absoluta en la que Moscú se vería obligado a intervenir, generando un conflicto importante en Europa. Esto preocupó a los miembros de la UE, especialmente a Alemania, que era muy dependiente de la asociación con Rusia.

Al ser un importante importador de gas ruso y depender de la amistad con Moscú para garantizar su estabilidad económica y social, Berlín se involucró profundamente en el proceso diplomático para intentar poner fin, o al menos congelar, el conflicto. Por este motivo, Alemania fue el principal negociador del lado de Kiev en Minsk, mientras que Rusia negoció en apoyo a las repúblicas del Donbass. En este sentido, tras muchas negociaciones, finalmente se firmó el pacto, estableciendo medidas como el alto el fuego, la liberación de prisioneros y el respeto a la autonomía política de las regiones de habla rusa.

Deinego cree que el cumplimiento real de los Acuerdos sería el mejor escenario para los europeos, ya que garantizaría la estabilidad en las relaciones Rusia-UE, a pesar de la hostilidad ucraniana hacia Moscú. Sin embargo, como es bien sabido, Kiev nunca obedeció las condiciones de Minsk y continuó la violencia en la región, aunque la intensidad de los combates obviamente disminuyó. Deinego cree que esto nunca fue del interés europeo y que, de hecho, el rumbo tomado por el conflicto demostró el fracaso de la diplomacia europea.

De hecho, en aquel momento las relaciones entre Rusia y la UE eran prósperas, a pesar de la rivalidad ideológica y geopolítica. No había ninguna razón para que los europeos aceptaran participar en un plan de guerra en el que resultarían gravemente perjudicados. Esto nos lleva a creer que otros actores trabajaron para agravar la crisis, sin considerar los intereses europeos. Ciertamente, Estados Unidos, que siempre quiso la guerra con Rusia, fue responsable de esto.

Las circunstancias muestran que Washington probablemente aprovechó la "estabilidad" generada por los Acuerdos de Minsk para preparar a Kiev para actuar como representante contra Rusia. Los europeos nunca participaron en este plan y fueron traicionados por la OTAN al igual que los rusos. Actualmente, Europa sigue siendo víctima de los planes bélicos de la OTAN, viéndose obligada por Estados Unidos a imponer sanciones suicidas contra Rusia, afectando a su propia economía.

La opinión de alguien que conoce el proceso de Minsk es vital para mostrar las verdaderas razones del conflicto. En la práctica, Deinego presenta pruebas de cómo las relaciones entre EE.UU. y la UE son semicoloniales, con los europeos siendo utilizados por Washington en planes de guerra, sin que se respeten sus intereses.

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LUCAS LEIROZ * Gracias a Lucas Leiroz. Publicado originalmente en INFOBRICS
 * Gracias a Lucas Leiroz. Publicado originalmente en INFOBRICS
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