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miércoles, 01 de mayo de 2024 22:44h.

En favor de la educación pública - por Antonio Aguado Suárez



ANTONIO AGUADO 80De la educación parte todo y dependiendo de su calidad, se configura, organiza y desarrolla la Sociedad y la española tiene muchas reminiscencias del franquismo, como es la enseñanza privada y concertada en manos de la retrograda iglesia, que impone en éstas su ideario y más sutilmente en la pública.

 

En favor de la educación pública - por Antonio Aguado Suárez, veterano militante socialista

De la educación parte todo y dependiendo de su calidad, se configura, organiza y desarrolla la Sociedad y la española tiene muchas reminiscencias del franquismo, como es la enseñanza privada y concertada en manos de la retrograda iglesia, que impone en éstas su ideario y más sutilmente en la pública.

No se puede estar en contra de la enseñanza privada privada, pues es pagada por quienes la desean. Pero es inadmisible e intolerable la enseñanza privada-concertada que pagamos todos con nuestros impuestos, ya que es injusta y arbitraria utilizando filtros para que a la misma no puedan acceder, niños de familias humildes, inmigrantes o discapacitados. Aparte de que los profesores de religión (como acto de fe, se debería exclusivamente profesar en el seno familiar y en los respectivos templos y no en lugares públicos), son elegidos a través de los obispos, aunque por tener las competencias en la materia, cobran sus honorarios de las administraciones autonomías, que se ven impotentes, cuando el obispado desde su conservadurismo adopta medidas represoras (incluyendo el despido) en contra de profesores, que han manifestado o defendido sus derechos y libertades.

A favor de la enseñanza privada-concertada están los dirigentes de la derecha conservadora y gran parte de los “socialistas”, que han elegido ésta discriminatoria modalidad educativa para sus hijos. Anteriormente muchos de ellos (conservadores y “socialistas”), bastantes durante el régimen anterior, coincidieron en colegios privados algunos incluso de corte elitista. También es hipócritamente utilizada la enseñanza privada-concertada por muchos inspectores y profesores de la pública.

A Felipe González cuando más se le aplaudió en el mitin principal de la campaña electoral de las elecciones constituyentes de 1977, fue cuando dijo: ”y quien quiera enseñanza privada, ¡que la pague!". Sin embargo cuando llegó a la Moncloa tras las elecciones de octubre de 1982, de lo primero que hizo, fue negociar y acordar con la Conferencia Episcopal Española, la implantación de la enseñanza privada-concertada, por mediación de la LODE (Ley Orgánica de Derecho a la Educación).

Tenemos una educación muy injusta, con un alto indice de fracaso y abandono escolar en la pública, de alumnos de familias y barrios humildes, a quienes no se les están dando igualdad de oportunidades. Todo lo contrario, después del fracaso escolar, se produce la marginación y en muchos casos caen en el mundo de la drogadicción (enfermedad que debe ser tratada como tal), que les lleva en bastantes ocasiones a la delincuencia.

¿Se quiere de verdad combatir y erradicar éste gravísimo problema?.Si existe un sistema educativo como el finlandés que funciona muy bien y está dando magníficos resultados, ¿por qué no lo adaptamos?.  Si nos atenemos a que todo se mueve por intereses personales y en clave política por réditos electorales, no cabe la menor duda que los dirigentes conservadores y “socialistas” no tienen éste problema y por lo tanto no les afecta, y si les preocupa, es cuando se encuentra muy avanzado y por culpa de la delincuencia que se incurre por la drogadicción, se aborda más bien en términos electorales apostando y defendiendo casi exclusivamente la seguridad.

Aparte del coste social que no tiene precio, para combatir éste grave problema, el Estado tiene que invertir grandes presupuestos en prisiones, funcionarios, policías, jueces, fiscales, médicos, asistentes sociales, etc. Seguro que todas esas inversiones o probablemente menos, destinadas en la raíz del problema, o sea, el fracaso escolar, lo erradicaría o en gran medida podría disminuirse a niveles testimoniales. Esto es factible, siempre que se imparta y reciba una buena educación y se complemente con la creación y acceso a puestos de trabajos.

Comprendo y claro está no comparto las posiciones egoístas e insolidarias de la derechas conservadoras (PP y otros partidos políticos afines), que están a favor y se aprovechan de la enseñanza privada-concertada, pero no así, y desprecio a quienes se hacen llamar “socialistas” y no dando ejemplos, igualmente la utilizan.

Pedro Sánchez merece respeto y confianza, porque sus dos hijas estudian en centros educativos públicos.

* En La casa de mi tía por gentileza de Antonio Aguado Suárez

 

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