Historias terroríficas canarias, de no hace mucho tiempo - por Erasmo Quintana *

Después de la llegada de esta coalición de progreso al gobierno de Canarias, compuesta por PSC-NC-Unidas Podemos-ASG, aunque no se hayan visto realizadas grandes cosas, al menos sí hemos ganado en un mejor talante de equidad, traducido en un trato exquisito a todas las islas que componen la Comunidad Canaria, sin distinción. Ahora en ese aspecto sí somos todos iguales. Falta que mejoren el valor de los votos en la Ley Electoral, pues teniendo en cuenta que las islas con menos habitantes deben tener la debida representación en el Parlamento para que sean oídas y aceptadas sus demandas, ello no es óbice para que continúe el disparate que es ahora. Debe acercarse lo más posible a la máxima de “una mujer o un hombre, un voto.” 

La rivalidad que existe entre las dos islas capitalinas la han convertido -¿interesadamente?- en un tema nefando, por lo que nadie quiere lo estigmaticen de insularista trasnochado. Vemos que por más atropellos de que es objeto Gran Canaria por parte de las fuerzas vivas de Tenerife (allí reside la capital de Canarias, y Las Palmas de Gran Canaria es una franquicia), desde aquí, como quien oye la Novena Sinfonía de Beethoven. Mansedumbre y comprensión infinitas. En la isla redonda nadie osa opinar; incluso los creadores de opinión, que tanto podrían decir, se atreven con la bicha. “Así da gusto”, se dicen allá, “busquemos al fotógrafo para que deje constancia de lo compenetrados que estamos”. El resultado fue una instantánea en la que se ve a Francisca Luengo (PSC) y al presidente Paulino Rivero (CC) en una pose enternecedora y destilando amor sin cuento.

Nos pudimos enterar de una de las últimas maravillas: que nuestra capital acusaba a Santa Cruz de Tenerife de haber logrado más de 50 millones de euros del REF, del Fondo Canario de Financiación y del Fondo de Compensación Estatal, con un censo de población “inflado”, fantasma, casi 15.000 habitantes etéreos, durante 17 años, millonada que muy bien pudo ser repartida por la Fecam como Dios manda: dando a cada municipio lo suyo por el número real de población censada. Lo bien que le va a la “capital de Canarias” es lo mal que le va a sus seis satélites, que diría, allá por el siglo XIX la inglesa viajera, Olivia M. Stone: Tenerife y sus seis satélites. Ahora, qué, decíamos; lo importante prescribió. Sin embargo, aquel alcalde -Cardona- quería que lo sustraído (sisado) a la capital grancanaria le fuera devuelto, pero ocurrió que su homólogo, Bermúdez, contestó que “Santa Cruz no le debe nada a Las Palmas”, obligándolo a reclamar ante la Fecam y, por subsidiariedad, al Gobierno de Canarias. El alcalde Bermúdez se opuso a pagar de “sus” arcas uno solo de los euros que cobró de manera fraudulenta porque -había dicho- la culpa de los “errores” en el censo la tenían las administraciones estatales. Ante esto, es obligado preguntarse: ¿Qué organismo da el alta a un ciudadano en un municipio, o la baja, por deceso o cambio de residencia? Aquí esto es un arcano. 

Que Santa Cruz haya ingresado anualmente 4,8 millones durante 17 años no es cosa menor remontándonos a la época de Miguel Zerolo, quien de paso dejó de cobrar impuestos municipales por valor de 57 millones de euros. Una cosa por otra, ¿no? Así mismo, quisieron anexarse La Laguna (para tener más habitantes que Las Palmas de Gran Canaria), pero algo no conseguido. Para ellos la trampa es la solución. ¿En cuántas materias habrán aplicado tan socorrida receta?

Hace, como verán, mucho tiempo que sigo atento al fenómeno de estos nuestros demonios familiares (el pleito insular), y siempre abrigué la sospecha de que en Tenerife se venía “inflando” su padrón de habitantes ante la importante población de la capital grancanaria. Algo que no es disparatado si tenemos en cuenta que lo mismo hemos visto en otras vertientes de la eterna rivalidad: el situar, por ejemplo, las Dunas de Maspalomas y otros enclaves naturales de Gran Canaria en Tenerife. Venden torticeramente al turismo extranjero que esos paisajes están allí, haciéndole compañía al Teide y son suyos, como suyos creen que son la millonada que estuvieron cobrando de más, durante tanto tiempo.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana