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sábado, 27 de abril de 2024 09:50h.

compartan la riqueza porque no pueden existir sin nosotras

Histórica huelga de artistas y guionistas en Hollywood - por Diego Lorca

 

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Histórica huelga de artistas y guionistas en Hollywood - por Diego Lorca, Director del Observatorio Internacional del Trabajo del Futuro

 

Pasa en la vida, pasa en las películas, pasa en Hollywood. 

 

El sindicato de artistas y el sindicato de guionistas de los Estados Unidos llevan adelante una huelga histórica en reclamo de aumento salarial, mejoras en la compensación de derechos de imágenes en plataformas de streaming y solicitud de cláusulas en los contratos que ofrezcan protección ante el uso de Inteligencia Artificial (IA) en la industria del Cine y la Televisión, poniendo en debate las exorbitantes ganancias de las empresas productoras, en detrimento de quienes crean su valor: las y los trabajadores de la industria cultural.

 

 

Histórica huelga en Hollywood como hace 63 años 

El Sindicato de Actores de Cine - Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA), presidido por la reconocida actriz de “The Nanny” Fran Drescher, aprobó el pasado 13 de julio la realización de una huelga por tiempo indeterminado, y se suma de esta forma al paro iniciado el 2 de mayo por el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA), que ya lleva dos meses y medio sin interrupciones. 

Esta medida es considerada histórica ya que la última vez que ambos sindicatos participaron de una huelga en simultáneo fue en 1960, en donde producto de esa lucha se logró que las empresas productoras realicen un pago proporcional a dichos trabajadores por derechos de retransmisión una vez que las películas eran estrenadas, y que se conoce actualmente como “pago residual”, que siguen percibiendo las y los trabajadores de tal industria cuando sus films son retransmitidos en televisión, pero no de la misma manera cuando el contenido es reproducido en plataformas de streaming, reclamo que es retomado en esta nueva jornada de huelgas. 

Writers Guild of America (WGA), sindicato que nuclea a más de 11.500 guionistas estadounidenses inició las negociaciones en marzo de este año con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), que representa más de 350 empresas de producción de cine y televisión, y engloba a los más poderosos del rubro, entre ellos Netflix, Disney, Apple, Amazon, Paramount, NBC, Warner Bros, Discovery+ y Sony. Todos los pedidos fueron rechazados por la AMPTP, lo que derivó en paro por tiempo indeterminado. 

Ante estos hechos las productoras evaluaron la posibilidad de agilizar nuevos contratos y producciones con empresas extranjeras y derivar trabajo al exterior, ante lo cual los sindicatos que nuclean al personal de TV y Cine de Australia y Canadá emitieron un comunicado acatando la medida de sus colegas estadounidenses y llamaron a sus socios a declinar trabajos por encargo de los estudios y plataformas de ese país.

Los pedidos por parte del WGA incluyeron la garantía de al menos varios meses de trabajo, la contratación de mayor personal en las salas de guionistas, mejoras en los servicios de pensión y el fondo de salud, la regulación del uso de IA para la creación de guiones, y remuneraciones acordes a la popularidad de las producciones, junto con el aumento del sueldo del sector, que denuncian que cayó un 23% en los últimos diez años y que el 50% de las y los guionistas cobra por debajo del salario mínimo de los estudios. Según dió a conocer el sindicato dichas propuestas tendrían un costo de 429 millones de dólares por año, muy por debajo de los 86 millones anuales que ofreció la entidad que nuclea a la industria. Algunas de las consignas utilizadas fueron  #WGAStrong #WGAStrike, "HBO Max pays HBO Minimum", visibilizando que la empresa ofrece un "máximo" para el entretenimiento pero un "mínimo" para el pago a los trabajadores. La medida comenzada por el WGA en mayo contó con el 98% de apoyo por parte de sus afiliados y le dio fuerzas a Ellen Stutzman, David A. Goodman y Chris Keyser, encargados de la negociación. 

Cabe recordar que el sindicato de guionistas es uno de los más fuertes y activos de la industria audiovisual y ha protagonizado seis huelgas masivas desde su creación, donde se destacan la primera en 1960; la más larga en 1988 que duró cinco meses; y la de las jornadas del 2007/2008 en donde bajo las consignas “Lápices abajo” y “Ni siquiera tecleen el documento” le costó a la industria unos 2.000 millones de dólares. 

Por su parte el Sindicato de Actores de Cine (SAG-AFTRA) representa a más de 160.000 actrices y actores, locutores, periodistas de radiodifusión, bailarines, DJs, presentadores de programas de TV, titiriteros, artistas de doblaje, cantantes, dobles de riesgo, locutores y otros profesionales de los medios, siendo el más grande sindicato del entretenimiento de los Estados Unidos. La huelga se desencadenó cuando los productores prolongaron por dos semanas las negociaciones e hicieron caso omiso a las solicitudes del sindicato por mejoras salariales, mejoras en la compensación de derechos de imágenes en plataformas de streaming y las cláusulas en los contratos que ofrezcan protección ante el uso de IA. 

La alianza de productores se justificó en un comunicado aduciendo: “estamos profundamente decepcionados de que SAG-AFTRA haya decidido alejarse de las negociaciones. Esta es la elección del sindicato, no la nuestra. En lugar de continuar negociando, nos han puesto en un camino que profundizará las dificultades financieras de miles de personas que dependen de la industria para su sustento”.

El sindicato de guionistas calcula que la huelga cuesta a la industria unos 30 millones de dólares cada día, y se suma al hecho de que varias plataformas están llevando adelante recortes de personal como el caso de The Walt Disney Co. que pretende eliminar 7.000 puestos de trabajo; Warner Bros. Discovery reducirá costos para disminuir su deuda; y Netflix ha comenzado a destinar menos fondos para crecimiento y creación de fuentes de trabajo. 

Por su parte las y los trabajadores se encuentran en permanente alerta y movilización, Fran Drescher dijo al momento de anunciar la medida de fuerza: “hemos venido juntos, con fuerza, con solidaridad y unidad, es la mayor unanimidad de la historia de nuestro sindicato para ir a la huelga”.

 

“¡Ustedes compartan la riqueza porque no pueden existir sin nosotros!”

En las demandas sindicales y las declaraciones vertidas por los actores involucrados puede verse reflejado el debate por la distribución de las ganancias entre las y los trabajadores de la industria y las empresas productoras. Siendo el aumento en la concentración de la riqueza un problema que afecta a los trabajadores en general.

Sean Gunn, actor de “Guardianes de la Galaxia”, apuntó contra el Director ejecutivo de The Walt Disney Company, Bob Igler, y planteó la abismal diferencia de ganancias entre un trabajador de la industria y el director ejecutivo: “en 1980 los directores ejecutivos ganaban 30 veces más de lo que ganaba el trabajador más bajo. Ahora Bob Igler gana 400 veces lo que gana su trabajador más bajo. Es una maldita vergüenza, debería preguntarse si está bien, si está moral y éticamente bien”.

Antagónicamente Bob Igler, uno de los principales voceros de la AMPTP, plantea que las demandas de intérpretes y guionistas son “no realistas”: “Tienen un nivel de expectativa que simplemente no es realista y están sumándose a un conjunto de desafíos que este negocio ya enfrenta”.

Chris Keyser, el negociador de WGA señaló que para las y los escritores, la profesión se ha convertido en un trabajo de plataforma y completamente precarizado. El 25% de los trabajadores de programas en horario estelar gana menos que lo que figura en el contrato, y lo mismo para con el 50% del total de los trabajadores afiliados al sindicato. Por otra parte, el pago por cada reproducción o repetición es ínfimo. El sindicato de guionistas informó que el salario medio del gremio de guionistas no cambió desde 2018. Considerando la inflación, perdieron 14% en los últimos 5 años y 23% en la última década.

Otro de los puntos en discusión son los llamados “derechos o pagos residuales”, salario que reciben guionistas y/o actores y actrices por las veces que se realice la transmisión de la producción. Sin embargo, las transmisiones de la producción en plataformas no está monetizado de la misma manera, negando las plataformas a presentar estadísticas sobre sus reproducciones. En estos casos el pago fijo no varía si se trata de un éxito como Stranger Things o una serie que solo tuvo una temporada, por lo que el sindicato de guionistas exige el 2% de las ganancias.

La contracara de los reclamos por aumento salariales son las exorbitantes ganancias de los gigantes de la industria con asiento en Hollywood. Si bien dentro de la industria del cine y la televisión existe la competencia entre capitales que luchan por la concentración y centralización del mercado, que puede verse reflejado en las grandes fusiones entre empresas como la anunciada por Warner Bros, en donde se fusionaron HBO Max y Discovey+ en una misma plataforma llamada Max, y que según el director general y presidente de Warner Bros, Jean-Briac Perrette, para 2025, Warner Bros. Discovery espera tener 130 millones de suscriptores globales de streaming y que sus negocios directos al consumidor generen U$S 1.000 millones de dólares en ganancias. 

Mientras que para citar otro caso testigo del rubro encontramos a The Walt Disney Company, que sólo en el primer semestre de su ejercicio fiscal de 2023, obtuvo ganancias por US$2,550 millones, un 62% más interanual.

Ante esta realidad, las voces de actores y actrices se ven reflejada en la Presidenta del sindicato: “nosotros somos el trabajo y nos mantenemos firmes y exigimos respeto y ser honrados por nuestra contribución. ¡Ustedes compartan la riqueza porque no pueden existir sin nosotros!”.

 

La revolución tecnológica llegó a Hollywood

La cuarta revolución industrial trajo aparejada entre, otras cosas, el desarrollo de la IA que cobró fuerza luego de la crisis financiera de 2008, cuando la Aristocracia Financiera Transnacional (fondos de inversión tales como BlackRock, Vanguard, State Street, entre otros) volcó sus inversiones al desarrollo tecnológico. Este enorme movimiento de capitales llevó al surgimiento de una nueva fase del capitalismo financiero y digitalizado, que se viene manifestando en un aumento de la explotación a la clase trabajadora, una precarización de los trabajos, una caída en los salarios y en las condiciones de trabajo. Los y las trabajadores de Hollywood no están al margen de este problema sistémico y global.

Hoy la industria cultural ve con mucha preocupación la inversión en IA que están llevando adelante las productoras, y exigen una revisión de las cláusulas en los contratos que protejan a las y los trabajadores del uso de este tipo de tecnología en la industria cinematográfica y televisiva. Se refiere al uso de IA para reemplazar identidades de manera audiovisual, lo que dejaría sin trabajo no sólo a actores y actrices, sino también a otros trabajadores del sector como maquillaje, vestuario, logística, etc. Asimismo, el trabajo de guionistas se vería reemplazado por el uso de inteligencia artificial, como lo es el incipiente chat GPT, que escribe o reescribe el material literario que hoy realizan los y las trabajadoras. 

Fran Drescher en relación con la aparición de la IA en el rubro dijo: “nadie ha lidiado nunca con este nivel con la forma en que lo digital ha superado a esta industria y no tiene ningún parámetro, simplemente llegó. Lentamente al principio no parecía ser la amenaza que representa en este momento, pero está claro que los contratos tienen que hablar de estos cambios profundos”.

La tecnología siempre ha sido un determinante más de la producción, lo que en la primera revolución industrial fue la máquina a vapor, hoy son las tecnología digitales. Discutir en profundidad estas tecnologías es comprender que son producto del desarrollo científico y tecnológico de la humanidad, creadas por trabajadores y trabajadoras, e injustamente apropiadas por una Nueva Aristocracia Financiera y Tecnológica que la subordina a sus propios intereses.

El principal motivo por lo que los sindicatos del sector se han declarado en huelga hasta una veintena de veces en los últimos 90 años, siempre estuvo relacionado a algún cambio tecnológico. Como dice Fran Drescher, parece ser momento de discutir en profundidad el uso de la tecnología, para que esté a favor de los intereses de quienes la produjeron: las y los trabajadores de todas las ramas y todas las épocas. 

 

Creatividad en la lucha y solidaridad en la acción

Algunas de las medidas de fuerza que se están llevando adelante implican piquetes en las puertas de los estudios de Hollywood, no apariciones personales en la prensa y no realizar entrevistas; no asistir a convenciones, festivales y premiaciones; no utilizar sus redes sociales para promocionar sus películas; y no asistir a las grabaciones y cesar cualquier otro tipo de actividad laboral. 

La unanimidad y firme decisión con la que fue tomada la medida de fuerza puede verse reflejada en el comunicado ofrecido por el sindicato SAG-AFTRA: “cualquier no miembro que desee ser miembro en el futuro de SAG-AFTRA que preste servicios cubiertos para una empresa en huelga durante la huelga, no será admitido como miembro de SAG-AFTRA”.

Además de estas formas de manifestación que implican la disposición de sus cuerpos en el territorio físico, pudo observarse una fuerte iniciativa en el territorio virtual por parte de los actores y actrices para visualizar el conflicto entre las audiencias y sumar solidaridad internacional. Sean Asti, actor de Stranger Things, dijo: “Mira a estas miles de personas, estamos determinando nuestro valor. ¿Y sabes quien más lo determina? La audiencia”.

Paradójicamente la infraestructura de esta revolución tecnológica (fundamentalmente redes sociales y plataformas de streaming y videos), es utilizada por las y los trabajadores de la industria para visualizar el conflicto y sumar apoyo de trabajadores de otras ramas y otras latitudes, es decir se utiliza para socializar la lucha y la organización. 

Resulta fundamental comprender que la potencia tecnológica es trabajo del ser humano, que el desarrollo y existencia de la IA lo permite el ser humano. Entonces la Inteligencia colectiva es apropiada por unos pocos, que tal como mencionamos anteriormente, no distribuyen las riquezas entre quienes las producen: los y las trabajadores. 

Para tener en cuenta, según un informe de septiembre 2022 del Observatorio Audiovisual del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), los hogares argentinos gastan más de U$S 300 millones al año en plataformas de streaming como Netflix, Disney o HBO. Se imaginan seguir el consejo de “The Nanny” y realizar una acción solidaria e internacional en apoyo a la medida de fuerza y dar una baja masiva a la suscripción de las plataformas de streaming involucradas. Nosotros sí. 

 

* Gracias a Diego Lorca. Publicado originalmente en la web de OITRAF

 

https://www.instagram.com/p/Cu-BIblOzYt/?igshid=MzRlODBiNWFlZA== 

https://twitter.com/OITraF1/status/1682451799561719814?t=ZUkY2mGnL8z1eSFfWGf1zA&s=19 


https://oitrafuturo.wixsite.com/oitrafuturo/post/hist%C3%B3rica-huelga-de-actores-y-guionistas-en-hollywood

OBSERVATORIO INTERNACIONAL TRABAJO Y FUTURO
mancheta junio 23