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viernes, 26 de abril de 2024 17:59h.

La maratoniana carrera de Ciudadanos - por Nicolás Guerra Aguiar

 

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La maratoniana carrera de Ciudadanos - por Nicolás Guerra Aguiar *

 

albert rivera ciudadanosDicen que Ciudadanos camina con la fuerza del viento: ya no es brisa, es huracán. Y aunque las más de las veces sopla en dirección contraria a los hernandezanos vientos del pueblo, apuntan las encuestas hacia el hipotético éxito nacional: sería la voluntad popular, rigurosamente respetable. (¿Tendrá algo que ver el “tsunami Arrimadas”, indiscutible triunfadora del pasado diciembre en Cataluña, para adelantar al PP por la derecha?)

   Aparentemente, una cosa son las elecciones autonómicas y otra bien distinta las generales. Por tanto, el triunfo de Ciudadanos en Cataluña (es decir, señora Arrimadas) no tendría que reproducir la mayoría de votos y señorías en el Congreso de los Diputados. Pero ahora ocurre algo nuevo: el continuado descenso del PP en la consideración ciudadana lo llevó a ser puramente testimonial en Cataluña, sin grupo parlamentario. Los números cantan: entre 2010 y 2017 el PP pasó de ser la tercera fuerza política (18 escaños) a ocupar la cola con solo cuatro.

M RAJOY CAMISETA 2   Y eso que el señor Rajoy (presidente del Gobierno desde 2011) participó varias veces en la campaña electoral. Pero a estas alturas y harturas casi nadie cree en él: los votantes están decepcionados por tramas de corrupción, sospechoso silencio del partido, políticas antisociales y debilidad parlamentaria, pues depende de Ciudadanos para la continuidad como presidente del Gobierno. Y ya se sabe: en el mundo animal el fuerte es respetado e incluso temido. Pero cuando muestra síntomas de flaqueza o debilidad y aparece un contrincante más enérgico y poderoso –normalmente más joven- no solo puede ser expulsado de la manada sino, incluso, devorado por la masa. Es la selección natural. Así, el PP pasó de 186 diputados (2011) a cincuenta menos en solo cinco años… siempre con el mismo candidato a presidente.

   Ciudadanos quedó en Cataluña (2017) como la única opción posible al independentismo: fue el partido (señora Arrimadas) más votado. No solo obtuvo (obtuvieron) el mayor número de escaños (37, doce más que en 2015): incluso superó (superaron) en votos a cada uno de los partidos independentistas incluido JUNTSxCAT, encabezado por el señor Puigdemont. Su ascenso y el batacazo del PP están íntimamente unidos. 

    Presentó Ciudadanos a una mujer joven, muy inteligente, rigurosa en sus planteamientos tácticos (“¿Cuándo vamos a empezar a hablar de los problemas de Cataluña?”) y radicalmente opuesta al nacionalismo. Tanto, que en una entrevista habló de su pareja: “Antes era nacionalista. Ahora intento apartarle de todo esto”. (Tal si haber sido nacionalista de Convergencia i Unió -derecha pura, burguesía ultraliberal, democristiana y centroderecha- fuera visceralmente opuesto a la muy respetable doctrina política de Ciudadanos definida como de centro cuando, en realidad, sus actuaciones se hermanan las más de las veces con el PP. A fin de cuentas, allí se formaron muchos de sus dirigentes.)

arrimadas   La señora Arrimadas, además, tiene personalidad bien definida, ideología muy asentada e ideas muy claras. Y a diferencia de otros defiende sin tapujos ni humaredas su manera de ser y pensar, su esquema social, su pasional liberalismo. Así, posó hace días para una revista de modas en el Salón de los Pasos Perdidos (Parlamento de Cataluña) con “Un modelo negro de satén y gasa de Diane von Furstenberg, zapatos de Jimmy Choo y pendientes de diamantes”. (Pose fotográfica a la cual, por supuesto, nada se puede recriminar ni figura, por el momento, en la “ley Mordaza”. Pero solo 48 horas antes se habían realizado las manifestaciones de pensionistas, los del 0,25; viudedades de 450 euros…)

   Así pues, el PP retrocede a causa de saqueos económicos; interminable listado de personas muy importantes sometidas a procedimientos judiciales; lacerante silencio frente a sus corruptos; extrema derechización reflejada en leyes que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena; altanerías, prepotencias, arrogancias; zafias ironías frente a mujeres feministas, pensionistas; políticas rigurosamente antiobreras… Todo lo anterior, y más, ha llevado al PP a sus peores momentos y, de paso, arrastra a miles de ppersonas serias y honradas, militantes por convicción.

   No obstante, el PP anda relajado en cuestiones de gobernabilidad. Cuenta con un poderoso aliado, Ciudadanos, cuya filosofía económica se dirige fundamentalmente a personas de centro derecha según lo percibió el 58% de los encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (enero, 2016). Y su relación con la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, institución financiada por empresas del IBEX - 35, ha sido comentada muchas veces. Así, por ejemplo, prohombres de la Fundación colaboraron con Ciudadanos en su Programa Económico.

   Y aunque vacilaciones, vaivenes, traqueteos ideológicos (ancha es España) pesan sobre Ciudadanos desde el rigor de la coherencia y la racionalidad, lo cierto es que Ciudadanos cae bien a un elevadísimo número de españoles. Sobre todo tras su inflexible posicionamiento frente a los independentistas gobernantes en Cataluña durante todo el proceso del frustrado referéndum (“tsunami Arrimadas”).

   Pero al igual que el PP llega a manifiestas contradicciones como, por ejemplo, el antes, el durante y el después de la huelga feminista (8 – M). Ciudadanos, a través de su presidente, consideró el día 5 que no podían defenderla: “No apoyamos la huelga general anticapitalista que han convocado porque no somos anticapitalistas". Sin embargo el señor Rivera, una vez concluida, la definió como “un éxito de todos”, “histórica”.

   Ciudadanos, en fin, a pesar de derrapes y contradicciones es hoy por hoy el partido supuestamente mejor valorado. Y, según encuestas, sería el más votado gracias a los trasvases desde el PP. Porque, ¿adónde sino a Ciudadanos puede dirigirse la papeleta de anteriores simpatizantes? Lo cual, indirectamente, nos lleva a una pregunta relacionada con el ADN: ¿votarían a Ciudadanos por ser Ciudadanos o, tal vez, por su consanguinidad con el PP?

   O lo que es lo mismo: hoy Ciudadanos sostiene al PP. Y si las previsiones aciertan, mañana será el Partido Popular quien apoye a Ciudadanos. Ahora bien: ¿vencería Ciudadanos sin la seducción de la señora Arrimadas? ¿Tiene estructuras bien asentadas fuera de las grandes ciudades? ¿Mantendría la coherencia en ciertos discursos o seguiría oscilando según conveniencias y familiaridades políticas?

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Ncolás Guerra Aguiar

NICOLÁS GUERRA AGUIAR RESEÑA