Marlaska, el ministro ilegal 

Juan García Luján

SOMOS NADIE

TIEMPO DE CANARIAS

El Tribunal Supremo considera que la devolución a Marruecos en agosto de 2021 de menores no acompañados que habían entrado en Ceuta fue ilegal. Según el alto tribunal, en la operación de expulsión de menores organizadas por el ministerio del Interior dirigido por Fernando Grande-Marlaska se “vulneraron los derechos a la integridad física y moral de los menores devueltos a Marruecos, ya que ello sucede cuando se pone a una persona en serio peligro de sufrir un padecimiento corporal o psíquico, lo que no puede negarse que ocurriera en este caso”. El Supremo acusa al gobierno español de incumplir la Ley de Extranjería porque no se hizo “ponderación alguna del interés de los menores ni mucho menos una comprobación de sus circunstancias individuales”.

La resolución judicial se hizo pública este lunes 22 de enero, pero cuando usted lea este artículo, puede ser miércoles 24 de enero, jueves 25, viernes 26…, da igual la fecha, porque usted está leyendo esta columna y Fernando Grande-Marlaska sigue siendo ministro del Interior de un gobierno que se autodenomina progresista, defensor de los derechos sociales, los derechos humanos y dos huevos sancochados. Así funciona la tradición democrática española.

La sentencia del Tribunal Supremo responde a una denuncia judicial de la Coordinadora de Barrios y la Fundación Raíces. Fueron los propios menores los que se pusieron en contacto con la ong para denunciar que la policía (en agosto de 2021) estaba entrando en los centros de acogida, y se los llevaba en grupos de 15 en furgonetas y los devolvía a la policía de Marruecos.  La denuncia provocó en ese momento la paralización cautelar de las expulsiones.  Se dio la situación paradójica que un menor casi se ahoga porque se echó al mar para volver a Marruecos porque le habían dicho que su madre estaba enferma. Las ongs, que sí escuchaban a los menores, dieron una lista de muchachos que deseaban volver a Marruecos. Pero el gobierno hacía las devoluciones de manera arbitraria, sin escuchar a los menores, tal y como exige la ley y como le ha recordado el Tribunal Supremo.

Para defender su actuación los abogados del Gobierno alegaron ante los jueces que las expulsiones tenían el visto bueno de Marruecos y obedecían a un convenio con el país alauí firmado en 2007. Pero el Tribunal Supremo le recuerda a Marlaska que los convenios que se firmen con la monarquía vecina no están por encima de la propia legislación española o de  los convenios europeos de derechos humanos firmados por España.

En su libro ‘Extraños llamando a la puerta’ el sociólogo Zygmunt Bauman cita al antropólogo francés Michel Agier que lleva muchos años estudiando los espacios fronterizos y  los tratamientos a los refugiados. Según Michel Agier las políticas migratorias de los países occidentales “van dirigidas a consolidar una división entre dos grandes categorías mundiales cada vez más cosificadas: por un lado un mundo limpio, sano y visible; por el otro un mundo de restos residuales, oscuros, enfermos e invisibles”. Agier vaticina que los campos de refugiados “ya no se usarán para mantener vivos a unos refugiados vulnerables, sino para aparcar y vigilar a toda clase de poblaciones de indeseables”. Eso es exactamente lo que hizo Marlaska en 2021, mandar a su policía a los centros de acogida para expulsar a los “indeseables” menores marroquíes. Ocurre que lo hizo incumpliendo su propia ley. Podríamos decir  Marlaska es un ministro ilegal, aunque cuando usted termine de leer este artículo el exmagistrado vasco seguirá siendo ministro de un gobierno progresista, defensor de los derechos humanos y dos huevos sancochados.

@juanglujan

Este artículo también se publicó en el periódico Tiempo de Canarias

* Gracias a Juan García Luján

https://juanglujan.wordpress.com/2024/01/24/marlaska-el-ministro-ilegal/

https://tiempodecanarias.com/opinion/nacional/marlaska-el-ministro-ilegal