el origen de este mural fue mágico
Un mural en El Camello, por Francisco Lezcano
Un mural en El Camello, por Francisco Lezcano, desde Francia *
Este es el boceto del mural que hice en El Camello, un bar que existió en una calle lateral a la trasera del Parque Santa Catalina. Han pasado muchos años. El bar ya no existe. Pero quiero contar que el origen de este mural fue mágico, un milagro. Yo estaba sentado en un banco del parque, cabizbajo por el estado de salud de mi pequeña hija Beatriz, grave, víctima de una polio-encefalitis. Desesperado porque, encima, no sabía cómo conseguir el dinero para pagar la factura de los tres médicos que intentaban salvarle la vida. En esa época la Seguridad Social, estaba en pañales, no cubría al mismo nivel que hoy. Hacía varias horas que decaído, apoyando la frente en una mano, permanecía con la mirada clavada al suelo. De pronto vi un par de zapatos y unos pantalones grises a rayas. Alcé la mirada. Una persona desconocida estaba ante mí.
---Buenas noches--- me dijo---¿Es usted Francisco Lezcano, el pintor?
--- Si ¿Porqué lo pregunta? ---respondí pensando que era un policía de La Secreta. --- Pues mire es que yo soy el dueño del bar, de aquí detrás, que se llama El Camello…
--- Quiero decorarlo ¿Cuánto me cobraría usted por un mural a lo largo del pasillo de entrada ---
Evidentemente el corazón me dio un vuelco. Saqué del bolsillo de mi chaqueta la factura que no sabía cómo pagar y se la mostré.
El dueño del Camello ni pestañeó --- De acuerdo dijo. Puede empezar cuando quiera. Le daré la mitad del importe mañana y la otra mitad cuando termine.
Yo cumplí, el dueño del bar cumplió, pude pagar.
* Publicado por Francisco Lezcano en LA HOJA VIAJERA