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Oración por Gaza - por Luis Guirao

Asisto con asombro a la campaña de desinformación de la mayoría de los medios occidentales sobre lo que han dado en llamar “la guerra entre el estado de Israel y el grupo terrorista Hamás” Se obvian deliberadamente los datos ciertos que ponen en contexto el genocidio que se televisa casi en directo. Se opina y pontifica como si este 'conflicto' hubiera empezado hace unos días con la incursión de los milicianos de Hamás en territorio de Israel.

1. El origen del estado de Israel se basa en la actividad terrorista de los comandos sionistas dirigidos, entre otros, por David Ben-Gurión. La intensa actividad terrorista, entre 1945 y 1948, fue dirigida tanto contra las vidas y los intereses Británicos, potencia colonizadora, como contra la nación Palestina y su población, legítimos habitantes y propietarios del territorio y sus bienes.

2. En 1948 se proclamó unilateralmente el estado de Israel tras el abandono del territorio de la potencia colonizadora. La primera consecuencia fue la expulsión de la población palestina de sus casas y propiedades, un robo masivo ejecutado a 'punta de pistola'. Aquellos que se negaban a abandonar sus propiedades fueron asesinados en una masacre, de la que no se disponen datos ciertos, sin consideración alguna de sexo, edad o cualquier otra condición. Aquellos que, aterrorizados, consintieron en marcharse, entre setecientos cincuenta mil y un millón según las fuentes, dieron lugar a un éxodo de refugiados condenados a la miseria y al olvido, a la tristeza infinita, a la desesperación y la ausencia de futuro y esperanza, La Nakba.

3. Había comenzado el genocidio programado por el estado de Israel para aniquilar al pueblo palestino. Israel es un estado terrorista que lleva desde 1968 infringiendo todas las normativas humanitarias, los consensos legales sobre protección de las poblaciones civiles y la prohibición expresa del asedio a las mismas. Israel ha desobedecido todas y cada una de las resoluciones de la ONU que han intentado conseguir un sustrato de paz, reparación y convivencia. Protegidos y arropados por EE.UU., R.U., y la mayoría de los estados que, avergonzados por la persecución histórica del pueblo judío y por la llamada 'solución final' que aplicaron los nazis alemanes durante la segunda guerra mundial, ahora les permiten y disculpan la aplicación de su propia 'solución final' sobre el pueblo palestino.

4. Se habla del derecho de Israel a defenderse pero no del mismo derecho del pueblo palestino. Se habla de la actividad terrorista de Hamás pero no de la actividad terrorista de Israel. Se condena enérgicamente la masacre de población civil ejecutada por Hamás en su reciente incursión en territorio de Israel pero se justifica o se mira hacia otro lado, en aras del derecho de defensa de Israel, el asedio ilegal, el bombardeo criminal, el asesinato indiscriminado de civiles, la destrucción masiva de viviendas, infraestructuras, escuelas, refugios, hospitales, sedes de la ONU, etc.

5. La impunidad con la que el estado de Israel lleva ejecutando su programa de eliminación física y política del pueblo palestino debe ser considerada un delito y es, así mismo, un potente indicador de la ineficacia y parcialidad de los organismos internacionales supuestamente destinados a proteger la paz y la seguridad en igualdad de derechos y obligaciones. Se justifican y dejan de perseguir los genocidios y los crímenes de guerra según quien seas y cuanto poder tengas o te proteja. Es absolutamente infame que se permita al estado de Israel mantener la mayor cárcel, de civiles sin condena, a cielo abierto del planeta, Gaza, y que la bombardee cada vez que le parezca adecuado. El fracaso de la ONU y el Tribunal Penal Internacional es, más que evidente, cómplice y terriblemente deprimente.

Debo hacer constar, para no ser objeto de insultos absurdos y fuera de lugar, que deploro y condeno los ataques contra población civil vengan de donde vengan y con cualquiera que sean los argumentos o excusas que se empleen en el ánimo de justificarlos. También me siento en la obligación de hacer saber que no tengo nada contra el pueblo judío ni contra los ciudadanos de Israel.

* Gracias a Luis Guirao