Bien las palabras de Pedro Sánchez, pero serian mejor acompañadas con hechos

Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista *

Recientemente, Pedro Sánchez se enfrentó en persona al fascista y genocida Benjamín Netanyahu y, le expuso su rechazo al atentado de Hamás del pasado 7 de octubre que produjo más de 1.200 muertos y 240 personas secuestradas, pero igualmente le mostró su preocupación y rechazo  por la deriva producida contra la población civil palestina, con el resultado hasta ahora de más de 19.000 fallecidos, la mayoría mujeres y niños, debido a la indiscriminada represión protagonizada por el ejército israelí. Aparte de denunciar estos hechos, también en su visita a Israel expuso que la solución a este conflicto, tendrá que ser con el reconocimiento del Estado de Palestina y que pueda convivir con el de Israel.

Hasta ahí todo muy bien, pero Pedro Sánchez como presidente de un gobierno soberano como es el de nuestro país, podría haber dado un paso más, máxime siendo presidente de turno de la Unión Europea y dar ejemplo España como el primero de los países de la UE que rompa relaciones con Israel. Eso con toda probabilidad, podría sentar el necesario precedente para con el apoyo de la mayoría de países como se demostró en la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas del pasado martes 12, cuando se adoptó una resolución de alto el fuego en Gaza. La votación produjo 153 votos a favor, 10 en contra entre estos el de Estados Unidos y 23 abstenciones. Aunque la gran mayoría fueron votos favorables, pero estos no eran vinculantes y prevaleció el veto con su voto negativo de EE.UU, efectuado unos días antes en el Consejo de Seguridad. 

Aparte de esos referidos 153 países con sus votos afirmativos, habría que destacar y contar con la opinión pública internacional, como se ha venido demostrando con tantas manifestaciones a favor del pueblo palestino por todo el mundo. Lo que es evidente es que, esta situación tan lamentable e injusta no puede continuar, con una población civil palestina masacrada por un terrorismo de estado que Israel impunemente viene cometiendo.

La otra actuación reciente de Pedro Sánchez fue el pasado miércoles 13 en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, enfrentándose abiertamente al alemán Manfred Weber, líder del Grupo del Partido Popular Europeo, que ha venido reprochándole los pactos al principio suscritos con Podemos, nacionalistas e independentistas y ahora, contando con todos ellos, conjuntamente con Sumar haber configurado el  gobierno. Lo tuvo muy fácil Pedro Sánchez para rebatirle esos argumentos, pues es de hipócritas hacer tal aseveración, cuando precisamente el Partido Popular se apoya en el fascista partido político de extrema derecha Vox. Algo que viene ocurriendo también en otros países europeos con la tradicional derecha conservadora. 

El discurso de Pedro Sánchez fue riguroso claro y contundente, denunciando las políticas que conjuntamente donde gobiernan viene realizando el PP y Vox, recortando derechos y libertades, con políticas regresivas hacia las mujeres, el colectivo LGTBI y los migrantes. Incrementar los privilegios de los ricos con pagos de menos impuestos en detrimento de los servicios públicos, deterioro y degradación del medio ambiente etc. Así mismo, en las comunidades autónomas y municipios donde gobiernan, vienen incumpliendo con la Ley de Memoria Democrática (aunque esta ha salido bastante menoscabada y encima, desde el Gobierno del país, no exige e impone a las instituciones reacias su cumplimiento), retirando de los espacios públicos los nombres dedicados a personas luchadoras por la libertad y la democracia y sustituyéndolos deliberadamente por otros de sentido opuestos ultraconservadores o manifiestamente fascistas. Al respecto, le interpeló acerca de que le parecería si en Alemania se le rindiera tributo y publico reconocimiento a dirigentes del Tercer Reich. Muy acertada esta interpelación y con el conjunto de toda su intervención, dejó al Partido Popular muy menoscabado.  

Es evidente que la reaccionaria derecha extrema del PP y fascista extrema derecha de Vox, con la complicidad y el apoyo de los poderes fácticos tienen el poder, pero no el gobierno. Éste estuvieron a punto de lograrlo en las elecciones generales del pasado 23 de julio. Esperemos que esto no ocurra, de lo contrario, sufriríamos una gran regresión de incalculables consecuencias. Los mensajes populistas y de tensión y confrontación que practican el PP y Vox, suelen llegar ya no a las clases muy pudientes y adineradas que son su electorado natural. Lo preocupante es que las personas humildes y vulnerables, por indignación debido a la falta de recursos económicos para poder vivir y llegar a fin de mes con una subsistencia digna, se abstienen en las elecciones o peor aún, por frustración y desencanto apoyan con sus votos a las referidas organizaciones políticas del Partido Popular y Vox.

Para cerrarles el paso, la mejor de las fórmulas es a través de más libertad y justicia social, con el establecimiento de un auténtico y fuerte Estado del Bienestar, que tenga como prioridad la redistribución justa de la riqueza a través de la renta. No se comprende que, en nuestro país con gobiernos en teoría de izquierda y progresistas, los ricos cada vez lo sean más y lo mismo ocurre, pero a la inversa con los pobres. No es de recibo que tengamos una de las mayores tasas de pobreza infantil de toda Europa con más del 26%, e igualmente con el paro juvenil, pero este incluso mayor con el 29,3%, más del doble que la media de la Unión Europea que lo tiene en el 13,9%. El mejor antídoto para evitar el peligro de un gobierno entre el PP y Vox, lo tienen que aplicar Pedro Sánchez y su gobierno, centrándose en mejorar la economía y, en consecuencia, generando más y mejor empleo de calidad y potenciando y mejorando los servicios públicos, como la sanidad, la educación y los sociales.

* Gracias a Antonio Aguado Suárez