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lunes, 29 de abril de 2024 10:59h.

Que pase el (o la) siguiente - por Antonio Cabrera de León

 

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Que pase el (o la) siguiente - por Antonio Cabrera de León *

España acaba de superar los 21 millones de personas con trabajo, cantidad nunca alcanzada. De ellas, más de 15 millones tienen un contrato laboral indefinido. Es decir, más del 70% de los trabajadores mantienen un contrato estable. Hoy se contabilizan menos de 3 millones de personas desempleadas. Si no lo impide la guerra de Ucrania, el país se acercará al pleno empleo en un par de años. Veremos cuál es la evolución de las economías europeas, pero de momento la española las lidera.

En términos de protección social, por mejorable que sea, que lo es y mucho, tenemos la más alta de nuestra Historia. Las mejores pensiones, la mayor atención a la dependencia y la mayor cobertura del desempleo alcanzadas nunca. Los trabajadores cuentan con el más elevado salario mínimo pese al enorme crecimiento de los beneficios empresariales y bancarios. Todavía mantenemos una gran diferencia fiscal con Alemania o Francia, que obliga a cualquier gobierno mínimamente de izquierdas a un diseño más justo y progresivo de nuestro sistema tributario. Si queremos mejorar la sanidad pública y el conjunto del estado de bienestar, esta será la vía.

Tenemos un agujero negro en el problema de la vivienda, fuente de amargura para millones de familias y de sueños imposibles para nuestros jóvenes. No abordarlo podría ser la tumba del nuevo gobierno que saldrá del pacto de las fuerzas progresistas con los nacionalistas. Pero además, no abordarlo es mantener abierto un foco de especulación para los grandes capitales patrios y extranjeros, fuente de futuras inestabilidades económicas y financieras. En cambio afrontar este problema traerá el añadido de una nueva bolsa de empleo creada por la construcción de vivienda social.

El país debe finalizar la distribución de los fondos europeos “Next Generation”, que no podrá mangonear la derecha en favor de las viejas oligarquías, para dar un impulso definitivo a la reindustrialización casi 40 años después de la desindustrialización de González. Es una increíble oportunidad para dejar de ser sólo un país de servicios y desarrollar una economía menos sujeta a los vientos que soplan en las crisis internacionales.

En estas circunstancias de prosperidad, los españoles hemos creado con nuestro voto una gran ocasión para obligar a las fuerzas políticas a avanzar en el encaje político de los pueblos que conforman el país. El nuevo gobierno debe amnistiar a los independentistas catalanes y normalizar por completo la vida en todos los territorios. No puede caber temor ni titubeos ante la bronca que organizará la oligarquía con sus medios de comunicación y sus partidos; su solución de apaleamiento y cárcel les ha aislado sin interlocutores y sin gobierno. Lo saben, pero tardarán en rectificar.

De momento, han puesto a la brasa al pobre Alberto. Ella esperará su momento para saltar al escenario nacional. Al ruedo, dirían ellos. Cuando lo vea bien carbonizado soplará y esparcirá sus cenizas. Ojalá sea pronto porque en cuanto dejan de estar absolutamente protegidos por su prensa mercenaria se les ven las costuras. Que pase el siguiente, o la siguiente.

* Gracias a Antonio Cabrera de León

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA

 

 

mancheta junio 23