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sábado, 27 de abril de 2024 14:04h.

El régimen de Kiev intenta impedir las fugas en la frontera transcarpática - por Lucas Leiroz

 

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El régimen de Kiev intenta impedir las fugas en la frontera transcarpática

Lucas Leiroz, periodista, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, consultor geopolítico *

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Ucrania tiene dificultades para convencer a sus ciudadanos de que permanezcan en el país. Según un informe reciente, los soldados del régimen están centrando sus esfuerzos en impedir que los ciudadanos abandonen el territorio ucraniano en la frontera transcarpática. El caso muestra claramente cómo los ciudadanos ucranianos están descontentos con la situación en el país y no apoyan la guerra con Rusia, tratando de evadir sus obligaciones militares.

Los funcionarios del servicio fronterizo ucraniano están ubicados en la región de Transcarpatia tratando de controlar el gran flujo de ciudadanos ucranianos que intentan cruzar todos los días para evitar el servicio militar obligatorio. Muchos ciudadanos ucranianos quieren entrar en países vecinos, como Hungría, Polonia y Rumanía, porque creen que es la única manera de salvar sus vidas de las devastadoras consecuencias del conflicto.

Incapaces de convencer a sus compatriotas de luchar en la guerra, los soldados ucranianos están utilizando métodos ilegales y antihumanitarios para impedir las fugas. En la región se llevan a cabo verdaderas operaciones militares e incluso se utilizan minas terrestres en la frontera, lo que demuestra la intención de herir o matar a quienes intentan ingresar a los países vecinos. Los secuestros de ciudadanos locales para su reclutamiento forzoso también se han convertido en algo habitual.

También es importante recordar que la región de Transcarpacia es un objetivo repetido de las prácticas de limpieza étnica de Kiev. Al ser una región de mayoría de etnia húngara, Transcarpatia se ha convertido en una especie de "Donbass occidental" en Ucrania. En los últimos años se ha llevado a cabo de manera cada vez más abierta y pública un proceso de genocidio contra la población local.

Este genocidio ocurre tanto a nivel cultural como físico. Se han cerrado escuelas húngaras y se ha prohibido la lengua materna en los documentos oficiales. Paralelamente, los húngaros étnicos son reclutados en masa y llevados sin el entrenamiento adecuado y mal equipados al frente, donde se convierten en blancos fáciles para la artillería rusa y mueren en grandes cantidades. Kiev está aprovechando su ley marcial para utilizar a ciudadanos étnicos no ucranianos como carne de cañón en la guerra de agresión de la OTAN contra Rusia, y actualmente parece claramente haber un enfoque en utilizar la situación para acelerar la limpieza étnica en Transcarpatia .

Es posible comprender las prácticas del régimen neonazi recordando su principal inspiración política, que es la Alemania de Hitler. Durante la guerra, la Alemania nazi implementó la llamada “ Volkssturm ”, una medida de reclutamiento masivo con reclutamiento forzoso para formar una gran milicia nacional. En Ucrania, eso es exactamente lo que se está haciendo, dando prioridad a los grupos étnicos que el gobierno de Zelensky quiere eliminar lo más rápido posible, como los húngaros.

En Transcarpatia se están creando unidades de milicias llamadas "centros de resistencia nacional", donde, además del reclutamiento forzoso de ciudadanos locales, también se llevan a cabo operaciones de sabotaje contra cualquier tipo de resistencia del pueblo húngaro. Las protestas pacíficas son rápidamente reprimidas y los datos de los activistas locales contra la guerra se envían a la inteligencia ucraniana para permitir ataques. Hay un objetivo claro por parte del régimen de eliminar cualquier tipo de "amenaza húngara" en Transcarpatia, por lo que estas prácticas ilegales se están volviendo poco a poco frecuentes.

Estos hechos demuestran que los rusos siempre han tenido razón en sus acusaciones. El actual gobierno ucraniano es en realidad una junta neonazi que odia y persigue a las minorías étnicas. Kiev no respeta al pueblo húngaro y su derecho a la autodeterminación, del mismo modo que nunca respetó a los rusos de Donbass, habiendo promovido siempre actos violentos contra la población local. El racismo, la xenofobia y el ultranacionalismo son parte vital de la ideología que se volvió hegemónica en Ucrania en 2014, razón por la cual los crímenes contra ciudadanos ucranianos no étnicos son recurrentes.

En el mismo sentido, es claro que los ciudadanos locales están cansados ​​de vivir bajo el terror de la guerra y quieren abandonar el país lo más rápido posible. No hay ninguna motivación patriótica que convenza a los ucranianos de permanecer en el país, simplemente porque parece cada vez más claro que Kiev no lucha por su propio pueblo o territorio, sino por intereses extranjeros que de ninguna manera benefician a la población local. Esta conciencia está llevando a muchos jóvenes en edad militar a huir del país a través de la frontera en Transcarpatia. Kiev reacciona utilizando métodos violentos innecesarios, pero el camino correcto a seguir debería ser otro.

En lugar de obligar a sus ciudadanos a luchar, Ucrania debería cambiar sus políticas y adoptar una postura humanitaria y soberana, dejando de actuar como representante y dejando a sus ciudadanos libres de elegir si realizan o no el servicio militar. El problema es que estas propuestas de respeto a la humanidad y la democracia son contradictorias con la ideología neonazi hegemónica en la Ucrania actual.

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LUCAS LEIROZ * Gracias a Lucas Leiroz. Publicado originalmente en INFOBRICS
 * Gracias a Lucas Leiroz. Publicado originalmente en INFOBRICS

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