Semana Santa en Guía de Gran Canaria o la Ciudad de Luján

Erasmo Quintana

Podemos considerar sin temor a equivocarnos que casi todas las actuaciones humanas, torcidas o equivocadas, en el fondo  siempre tienen algo de bueno y positivo. Es el caso del casco antiguo de Guía, que es además como nos gustaría se llamase.

Guía es, pues, el municipio que conserva vestigios de la historia prehispana: el Cenobio de Valerón, el Tagoror del Gallego, Morro Verdugado, La Lapa, Mondragones y Cuesta Negra.

El milagro que hoy se da es ser Guía una ciudad monumental, conservándose en pie bellos edificios, ejemplos de la arquitectura doméstica canaria, así como el primitivo trazado de sus calles sugerentes. Ello fue posible por la incuria política, por el estancamiento económico lo cual hizo que no se tocase inmuebles como sí ocurrió en otros municipios cercanos, derribando bellísimos inmuebles en aras del moderno desarrollo económico.

Ello fue lo que hizo factible la conservación de este rico patrimonio que, a los amantes de la belleza, nos hace posible contemplar con delectación. Un importante reto hay por delante en los actuales mandatarios con la rehabilitación de algunos edificios; de entre ellos el que se encuentra en la calle de José Samsó Henríquez, cercano a la plaza de San Roque, muy deteriorado, declarado BIC por el Cabildo a instancias nuestras durante mi condición de concejal de Cultura. Se trata de la casa natal del Canónigo Pedro Gordillo y Ramos (1773-1844). Según el cronista de Guía, González Sosa, estudió en el Seminario, y ya sacerdote, pudo ser el cura de la iglesia del Sagrario. Desde muy joven destacó por sus excelentes dotes oratorias no sólo en púlpitos, sino en los ambientes políticos de Gran Canaria. Fue designado representante de su Isla en las Cortes de Cádiz de 1810, en las que sería por turno su Presidente y uno de los llamados “padres” de la primera Constitución española, “la Pepa” (1810-1812). Todo esto figura en la placa de mármol de la fachada.

Guía de Gran Canaria es cuna de otros insignes patricios, entre ellos, el poeta prerromántico Rafael Bento y Travieso, al que le cupo el honor de ser uno de los que prepararon el camino al Romanticismo. El arquitecto, escultor e imaginero José Luján Pérez. En la Iglesia matriz de su Guía natal predominan sus tallas, pues cuando no le pagaban sus encargos, las llevaba a su ciudad, entre las que destacan la Dolorosa, el Crucificado, San Sebastián, el Jesús atado a la columna, la Virgen de las Mercedes, el Señor orando en el huerto…

Guía también es patria del padre de la canción canaria, Néstor Álamo. ¿Quién pone en duda la belleza y poesía que encierran sus canciones: “Tamadaba”, “Isla mía”, “El zagalejo”, “La alpispa”, “El cambullonero” “Cabra loca”, “Maspalomas y tú”, así como la que opino debería ser el himno oficial de Gran Canaria, “Sombra del Nublo”? Otro importante compositor y cantante en nuestros días, de proyección internacional, es Braulio. Y volviendo nuestros pasos a la casa natal de Gordillo, prócer que cualquier ciudad grancanaria desearía tener, su casa se cae a pedazos. 

Decía que nos movimos cerca del área de Cultura del Cabildo consiguiendo convertir ese patrimonio en Bien de Interés Cultural, y no hace mucho, el Cabildo comprar el inmueble. Pues bien, a simple vista, que sea BIC y de propiedad pública, no nos hace suponer que la desidia y la incuria de todos estos años por fin ha concluido y llegado el momento de su rehabilitación, convirtiéndose en un pequeño gran museo a la manera de la casa natal de Tomás Morales en Moya. Despertemos de ese bello sueño pues, en presencia de lo que hay, es más oportuno esperarnos poco, más bien nada.

Mientras, desear que las y los creyentes del Noroeste grancanario celebren con recogimiento la Pascua y, si pueden,  acompañen los pasos salidos de la gubia de nuestro gran imaginero esta Semana Santa en la Ciudad de Luján. Un abrazo a todos y feliz celebración cristiana.

* Gracias a Erasmo Quintana