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viernes, 26 de abril de 2024 08:03h.

“Socialistas” amorfos - por Antonio Aguado Suárez

 

antonio aguadoDesde su fundación en 1879 por Pablo Iglesias Posse y durante la mayor parte de su existencia, el PSOE se había caracterizado por el compromiso y el sacrificio de sus militantes para lograr una Sociedad más libre, democrática y justa.

 

pablo iglesias posse

“Socialistas” amorfos - por Antonio Aguado Suárez, coherente veterano militante socialista *

Desde su fundación en 1879 por Pablo Iglesias Posse y durante la mayor parte de su existencia, el PSOE se había caracterizado por el compromiso y el sacrificio de sus militantes para lograr una Sociedad más libre, democrática y justa.

Compartir militancia con los compañeros veteranos republicanos, ha sido de las experiencias más gratificantes que me ha pasado. Primero con los exiliados en Londres y después de mi regreso en 1976, con los canarios que fueron represaliados y encarcelados, pero lograron sobrevivir para contarnos a los jóvenes socialistas de entonces, la verdadera Historia de España y del Partido.

Lo hacían sin rencor dándonos consejos conciliadores. ¡Eran auténticos socialistas!. Mantuvieron inalterables sus principios y convicciones y manifestaban la necesidad del socialismo y del PSOE como instrumento de referencia y aglutinador de los trabajadores en el logro de sus reivindicaciones.

Después del dramático y nefasto paréntesis impuesto por el franquismo, el Partido Socialista, empezó a tomar cada vez más protagonismo, reflejado fundamentalmente en los resultados electorales y las políticas realizadas. Siendo el partido político hegemónico y el de más tiempo en el poder,  hay que reconocerle los profundos y grandes avances experimentados por la Sociedad Española, logrando su modernización y altas cotas de bienestar social.

Los momentos por los ruidos de sables que aun persistían y la lacra del terrorismo de ETA, eran dramáticos y difíciles. Pero fueron determinantes los amplios respaldos del Pueblo Español manifestados en las sucesivas elecciones. La de octubre de 1982 que nos posibilitó llegar a la Moncloa por primera vez y la de junio de 1986, fueron las que realmente marcaron un antes y después en la Sociedad Española. Ayudó a los gobiernos centrales del PSOE a producir los cambios que necesitaba España, los gobiernos socialistas que se configuraron en la mayoría de las comunidades autónomas o nacionalidades, como así mismo, en ayuntamientos, diputaciones y  cabildos.  

Hasta mediados de los 80, en el PSOE coexistían solo dos líneas ideológicas: socialdemócratas y socialistas ortodoxos. Siendo sus principales referentes, Felipe González y el malogrado y ejemplar compañero Luís Gómez Llorente como principal impulsor y fundador de la corriente de opinión Izquierda Socialista. El debate de estas dos líneas ideológicas en los órganos internos enriquecía la vida del Partido. Siempre se hacía desde la lealtad y el respeto, habiendo propiciado entre nosotros el compañerismo y la amistad.

Pero a medida que el PSOE acumulaba más poder, empezaron a llegar los advenedizos  y oportunistas, que tanto daño han causado al Partido y peor aún a la propia Sociedad y es que, muchos de los dirigentes se han venido apoyando en ellos para llevar a efecto políticas contrarias al ideario socialista y para “tirar por la borda”, valores que nos identificaban, entre ellos la honradez (era implícito y consustancial en un socialista ser honrado), como así mismo, el compañerismo, la  solidaridad, tolerancia, democracia interna,  etc…   

De un tiempo a esta parte, el espectro ideológico del PSOE, del inicial: socialdemócratas y socialistas ortodoxos, se ha ampliado y ahora es irreconocible, con la incorporación de conversos: comunistas, nacionalistas,  liberales, cristianos, católicos…. y sobre todo muchos oportunistas.

Formando parte dentro del conjunto de amorfos son mayoría dentro del Partido. Lo preocupante es que de entre ellos se encuentran muchos dirigentes que antes no lo eran y ahora la prueba más demostrativa de que lo son, es la política que han venido y vienen realizando, que se puede identificar con todo menos socialista. Sus bandazos y virajes ideológicos han sido evidentes, compartiendo en gran medida los postulados y la política desarrollada por sus homólogos dirigentes del Partido Popular. Particularmente desconozco la línea ideológica de la mayoría de los dirigentes porque la han perdido, siendo el ejemplo más ostensible y significativo el del “gran jerarca” Felipe González, que llegó a ser un destacado socialdemócrata incluso a nivel internacional  y ahora por haberse desdibujado e ideológicamente deformado, es el perfecto “socialista” amorfo como sus acólitos, veteranos “socialistas” muchos asiduos tertulianos en emisoras de televisión y de radio ultraconservadoras, como 13Tv y la Cope pertenecientes a la iglesia.

En el plano personal sus ejemplos son evidentes, al constituirse como casta profesionalizada de la política, se han alejado cada vez mas de la realidad social y de los ciudadanos y no tienen reparos en escolarizar a sus hijos en colegios privados (peor aún, en los injustos, arbitrarios y discriminatorios concertados), comportándose como lo que son: burgueses “seudosocialistas”.

Desde la desideologización, con la privatización de sectores claves y de servicios básicos como el energético, algunos sacando “tajada personal”, pertenecen a los consejos de administración de las empresas adjudicatarias. Entre los  muchos ejemplos el más destacado es el del propio Felipe González, cuando  pasó a formar parte indignamente de la multinacional Gas Natural.

Al no compartir y menos aún practicar el legado que nos dejó Pablo Iglesias, desde la coherencia, deberían constituir un partido político que les identifiquen y representen tal y como son. Pero las siglas PSOE de la que se han apoderado y su historia, electoralmente pesan mucho y están ahí para su aprovechamiento personal. Con toda probabilidad constituirían su propio partido, si ante una opción real de izquierda quedaran en minoría. Izquierda Socialista en teoría el ala izquierda del PSOE y que pudo ser esa alternativa, en la practica y aunque se haya estado disfrazando, de un tiempo a ésta parte y traicionando el carácter que trató de impregnarle Luís Gómez Llorente, ha venido siendo un apéndice y cómplice del oficialismo.

Si no se remedia la línea amorfa con sus protagonistas ha llegado para quedarse y seguir haciéndole mucho daño al PSOE. Ahora dentro de los amorfos también destacan los desleales y traidores, como son los casos entre otros, de Antonio Hernando y Cesar Luena.

* En La casa de mi tía por gentileza de Antonio Aguado Suárez

ANTONIO AGUADO RESEÑA