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sábado, 27 de abril de 2024 11:57h.

The Milei Show: Luz, cámara, acción. Las condiciones del pacto de Mayo - por Emilio Cafassi

FR EC

Título: The Milei Show 

Subtítulo 1: Luz, cámara, acción

Subtpitulo 2: Las condiciones del pacto de Mayo

 

Emilio Cafassi 

 [email protected]

 

MILEI

El Presidente Milei inauguró el período de sesiones ordinarias del parlamento argentino, como anual y regularmente deben hacerlo todos los titulares del Poder Ejecutivo. En este caso, dada la relevancia que le otorga a lo mediático, no sorprende que haya devenido un show televisivo de “prime time”, con infinidad de marcos escenográficos y despliegues coreográficos dignos de una superproducción. Para ello alteró inclusive el tradicional horario matutino de la ceremonia. Contrariando la austeridad que pregona para la función pública, no escatimó recurso alguno para la puesta. El guion se inicia con un estrafalario tránsito desde la casa de gobierno hasta el parlamento con varias camionetas espejadas -y posiblemente blindadas- rodeadas de motocicletas de alta cilindrada y no menos potentes luces intermitentes, oscuros runners trajeados y hasta una ambulancia. Para ello, fue necesario vallar los más de 2 Km del trayecto de la Av. de Mayo, disponer de fuerzas de seguridad custodiando el cerco, impedir la circulación vehicular en la arteria, cosa que el protocolo de seguridad condena sin excepción, además de monopolizar el espacio aéreo para el desarrollo de las tomas televisivas con drones y otras cámaras. Más próximos al destino, la caravana fue antecedida y escoltada a la vez por varias decenas de jinetes disfrazados de libertadores del siglo XIX, llamados “granaderos”, como aquellos que inspiraron a varios modelos de soldaditos de plomo, con toda pompa y esplendor. Ya sea por estribar muy largo o por inflexibilidad de las rodillas resultó jocoso que el trotecito de los equinos repercutiera con irregulares rebotes de los traseros en las monturas, impidiendo a los extras transmitir la más mínima soltura y comodidad. La voz en off de un tan circunspecto como reconocible locutor oficial describía el tránsito y los momentos de “reality” que sucedieron al arribo, con permanente reiteración de las diversas declinaciones del adjetivo honorable para todo el acto, incluyendo al “nido de ratas” anfitrión, tal como Milei califica al poder legislativo.

No es necesario ser experto en la obra de Michel Foucult para encontrar en la escena particularidades transformadoras de lo que el filósofo denomina “dispositivo de poder” el que, sin excluir los discursos, amplía a un conjunto de gestos y prácticas no discursivas, además de aparatos heterogéneos que dan lugar a una determinada relación de fuerzas. Desde la locución doctorando sin más al Presidente, hasta el control de la calle, desde la grada del atril y la cosmética al juego de cámaras cuya dirección acompañó a cada festejante, se imbrican con los contenidos para dar coherencia a la nueva coyuntura de máximo rigor opresivo, que viene instaurando potenciadamente esta gestión.

El discurso propiamente dicho tuvo un recorrido bastante previsible con eje en el diagnóstico de ruina nacional basado en algunos datos certeros de la crisis capitalista y tantos otros disparatados, tanto de la coyuntura como de proyecciones, la magnitud del déficit fiscal o las perspectivas inflacionarias culpando de todo a la “casta” política, a la que, sin embargo, le propone finalmente un pacto de no agresión. Las penalizaciones, como es dable verificar cotidianamente, se ejercen sobre las mayorías populares en general, los empleados públicos en particular y el Estado todo y no sobre un puñado de políticos que pueden sortear incólumes la severidad del ajuste. La medida inmediatamente posterior fue el cierre de la agencia de noticias estatal “Telam”, literalmente, ya que se acompañó con el vallando del edificio para evitar su ocupación. La única referencia a los privilegios concretos de la “casta” fue la vaga promesa de eliminar las pensiones graciables de la que gozan los presidentes y vices que días antes la prensa hegemónica se había encargado de difundir con cifras concretas, por cierto escandalosas. Además de salpicar la oratoria con tales cifras caprichosas, el fundamento último proviene del simple augurio de progresos posteriores al padecimiento precedente. En Argentina no representa novedad alguna.

Recuerda Norberto Alayón en un artículo de la publicación digital, “La tecl@ Eñe”, que ya el ministro de Economía de la presidencia de Arturo Frondizi, Álvaro Alsogaray, utilizó en 1959 la fórmula “hay que pasar el invierno” para generar esperanza luego de las medidas de ajuste implementadas entonces que con diversos slogans reapareció en las gestiones de Menem y Macri, para referir a los más ortodoxos. Tampoco son los diez puntos sobre los que propone un pacto a los gobernadores. Son prácticamente, en un orden diverso, idénticos a la síntesis de los también diez puntos que el economista John Williamson denominó “consenso de Washington” en el año 1989, influyendo notoriamente en las políticas de los países latinoamericanos en la década posterior. Recomendaciones al fin de los tres organismos con sede en la capital estadounidense con mayor capacidad de presión e influencia sobre los países deudores y sometidos: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro. Sin entrar en detalles lo reencontramos en Milei con su propuesta de corrección del déficit fiscal, de reducción o eliminación de la carga impositiva al capital y de subsidios a los servicios, liberación del comercio, importaciones y tipos de cambio, de las barreras para la inversión extranjera, además de la privatización de las empresas estatales y la consagración de la propiedad privada mediante el énfasis en la seguridad jurídica.

El pacto al que invita el Presidente al concluir su discurso, se apoya en su exclusivo ideario, para no hablar de programa del que carece e improvisa sobre la marcha, que a lo sumo comparte con las fracciones más macristas del PRO, aunque siempre puede dar sorpresas el dialoguismo tanto peronista cuanto radical. Sin embargo, no son las ideas aquello que propone pactar con los gobernadores provinciales (y con ellos con los parlamentarios de sus distritos) sino la magnitud de aceptación del chantaje de un alivio fiscal, a cambio, no solo de la suscripción del acuerdo puntual llamado “pacto de mayo”, sino además con una nueva aprobación de la ley ómnibus, cuyos siniestros alcances hemos comentado en varios artículos previos en este semanario.

Personalmente descreo que existan condiciones políticas inmediatas para revertir la magnitud del padecimiento generalizado en el plano económico-social, ni esperaría nada sensiblemente rectificatorio de los poderes legislativo y judicial, salvo excepciones puntuales. No exclusivamente por aquiescencia mayoritaria hacia la ortodoxia monetarista, sino porque pierde el lugar de discusión de los asuntos públicos y por lo tanto su carácter de comunicador social y mediador, que los medios de comunicación de masas ocupan en mayor y creciente medida, siendo a la vez más críticos del sistema de partidos y de la política en general realimentando la estrategia disciplinadora. Potencian además esta sustitución las llamadas redes sociales, particularmente determinantes en la estrategia de Milei. En la función deliberativa parlamentaria, resulta cada vez más dificultoso hallar la conflictividad de intereses al interior de la sociedad civil.

Inversamente, deposito la máxima expectativa en que movimientos sociales, con o sin acompañamientos partidarios, logren hacer uso de las tradiciones movilizatorias y modos pacíficos de protesta en magnitud tal que superen holgadamente la capacidad de ejercicio represivo que el Ministerio de Seguridad ha exhibido, además de fundamentarlo discursivamente. La amenaza es simplificadamente doble. Por un lado la del ahogamiento económico, tal vez inmediatamente irreversible, mientras por otro la conculcación de libertades y derechos cívicos cuya resistencia deberíamos enfatizar en cada oportunidad. 

Como la de este viernes 8 de marzo en plena calle, entre todos los géneros concebibles.

 

* Gracias a Emilio Cafassi

EMILIO CAFASSI Publicado originalmente en CARAS Y CARETAS. La casa de mi tía republica con autorización
 Publicado originalmente en CARAS Y CARETAS. La casa de mi tía republica con autorización

https://www.carasycaretas.com.uy/

 

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