A ti, Marimar Blanco - por Lluís Carrasco *

Respetuosamente, no te imaginas como me ofende el uso personal y mercantil que  se realiza de la sangre.

La muerte de tu hermano Miguel Ángel fue muy llorada por todos los que amamos la libertad. Lo fue, pero no es la única víctima del fascismo sea del color que sea, y te invito a meditar.

En Lasarte, con 29 años, tu hermano murió vilmente ejecutado por una banda de asesinos de liderazgo popular, era 1997. En Foixà, con 29 años también, murió asesinado Pere Camprubí “El Tato” por otra banda liderada por un golpista llamado Franco, era 1939.

Tu hermano recibió un funeral de Estado con la presencia del Gobierno Español en pleno. El cuerpo de “El Tato” (como el de 170.000 más)  jamás fue hallado, y se supone abandonado en alguna cuneta de cualquier camino… Allí donde tú y los tuyos os negáis a buscar.

A tu hermano le habéis constituido, con la cúpula del Partido Popular, una fructífera y rentable fundación para mantener vivo su recuerdo. De “El Tato” solo se recuerda que salió de casa a buscar a su hijo. Éste, sigue esperándolo 78 años después.

La muerte de tu hermano, a ti, sin estudios, te ha convertido en Diputada del Congreso, Presidenta de tu Fundación, Miembro del Foro Ermua, Directiva del patronato por las víctimas del terrorismo y Vocal del Partido Popular. La hermana de “El Tato”, sin estudios como tú, se dedicó el resto de su vida a buscar a su hermano. Murió sin conseguirlo.

Algunos descendientes de los asesinos de tu hermano respiraron, aliviados, cuando ETA entregó las armas. Algunos descendientes de los asesinos de “El Tato” ocuparon la primera fila en el funeral de tu hermano: Hoy, contigo, gobiernan España…

Un sentido recuerdo para ambos.

* En La casa de mi tía con la colaboración de Antonio Aguado