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sábado, 27 de abril de 2024 23:02h.

Poesía

Victoria Nuland se ha ido a África - por Caitlin Johnstone

 

fr cjns
Federico Aguilera Klink recomienda este artículo

 

Victoria Nuland se ha ido a África - por Caitlin Johnstone *

Victoria Nuland se ha ido a África. Fue a África para hacer entrar en razón a los nigerinos y convencerlos de que regresaran a los grilletes de París. Fue a África a recolectar diamantes de sangre y cobalto. Fue a África a masturbarse sobre la tumba de Gadafi. Fue a África para intercambiar cuentas de vidrio por esclavos.

Escuche una lectura en inglés de Tim Foley :

Victoria Nuland se ha ido a África 


Fue a África para hacer entrar en razón a los nigerinos
y convencerlos de que regresaran a los grilletes de París.
Fue a África a recolectar diamantes de sangre y cobalto.
Fue a África a masturbarse sobre la tumba de Gadafi.
Fue a África para intercambiar cuentas de vidrio por esclavos.

Victoria Nuland ha ido a África
para ayudar a los muchachos del banco a mantener sus penes en el continente madre,
para ayudar a mantener los tubos de sifón pegados al continente madre,
para ayudar a mantener a los rusos y chinos fuera del continente madre.
Viajando por el continente madre con la máscara de un médico de la peste medieval,
recogiendo las sanguijuelas gordas y reemplazándolas por otras nuevas.

El emblema de AFRICOM parece una vagina y
Victoria Nuland parece un examen pélvico involuntario.
Me hace sentir como un niño perdido en un campo de maíz al anochecer.
Tiene nubes en forma de hongo en los ojos.

Pronto Victoria dejará África y regresará a casa,
de regreso a la tierra donde las corporaciones son personas y las banderas son dioses,
donde los presidentes tienen demencia y los pobres tienen títulos universitarios,
donde la alienación fluye como agua y los casquillos de bala caen como lluvia,
donde la gente usa airpods. para silenciar los gritos de sus corazones y de las personas sin hogar,
donde la clase media habla sólo con sus conductores de Uber y con extraños que han confundido con sus conductores de Uber,
donde los soldados marchan por el fascismo mientras enarbolan banderas arcoíris,
donde la guerra es una industria lucrativa y el periodismo es un crimen.

Regresará a una casa que ningún millennial jamás podrá permitirse,
en el amoroso abrazo de su marido salpicado de sangre.
Esa noche harán el amor de manera extraña y espantosa,
y ella se quedará dormida y soñará con repartir galletas 
mientras el mundo se enciende en llamas.

Yo también tuve un sueño.
De esas raras que siempre se hacen realidad.
Un pentágono fue destrozado por un puño negro gigante.
No sé qué significa
ni qué futuro augura,
pero sí sé que Victoria Nuland 
no estaba repartiendo ninguna maldita galleta.

 

* Gracias a Caitlin Johnstone y ba la colaboración de Federico Aguilera Klink

https://caitlinjohnstone.com.au/2023/08/09/victoria-nuland-has-gone-to-africa/

CAITLIN JOHNSTONE En La casa de mi tía con autorización
 En La casa de mi tía con autorización
mancheta junio 23