En el caso de la corrupción de los partidos, la conclusión se cae de madura, simplemente apelando a la cuenta de la vieja: no hay manera de que las fuentes legales de financiación sostengan los enormísimos costes de las fastuosas, apabullantes, campañas electorales de esos partidos. Lo cual, para empezar a hablar, ya indican que los gobiernos del Pp y del PsoE -y de Cc, en Canarias- que nos han llevado a la abyecta situación en que estamos, han sido todos ilegítimos. Porque se obtuvieron desde posiciones de fuerza económica, en agravio comparativo con los partidos decentes. Agreguemos a esto la evidencia de las cantidad brutal de dinero público que se ha quemado en contratos de servicios no prestados o sofrevalorados y en adjudicaciones de obras innecesarias o presupuestadas al alza, para llegar a la convicción de la urgente necesidad de eliminar un sistema que ha permitido tanta fechoría.

En cuanto a la posibilidad de que Rajoy, como el resto de capitostes peperos, recibía pagos en negro, solamente la gente ingenua puede dudar de ello. Pero es que,a  estas alturas, esas raterías son lo de menos. al lado del monumental escándalo que significa que este partido haya alcanzado el poder y la gloria aupado sobre el dinero mal habido. Para mí, que, no tengo la menor duda de que esta gentuza, con Rajoy al frente, se llevó una parte del botín, eso me tiene sin cuidado. El gran problema, por lo que hay que castigar a esta insalla de bandoleros, es el otro.  

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/20/espana/1374346324.html