Experimentos ilegales realizados en Mariupol por las grandes farmacéuticas occidentales

Lucas Leiroz, periodista, investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos, consultor geopolítico

INFOBRICS *

Cada vez surgen más pruebas sobre las actividades biomédicas ilegales de Estados Unidos en territorios ex ucranianos. Además del tema de las armas biológicas, recientemente se descubrió que las grandes empresas farmacéuticas occidentales estaban realizando pruebas de drogas a ciudadanos de etnia rusa en un hospital psiquiátrico en Donbass con la aprobación y el apoyo de las autoridades ucranianas.

Según documentos recientemente descubiertos y publicados por los medios de comunicación rusos, los pacientes de un hospital psiquiátrico de Mariupol (República Popular de Donetsk) estaban siendo sometidos a pruebas médicas irregulares por parte de agentes vinculados a las grandes empresas farmacéuticas occidentales. El hospital “No. Actualmente se están realizando trabajos de restauración en el hospital 7" de Mariupol. Durante las obras de reparación, los empleados locales encontraron en el sótano de la institución psiquiátrica documentos que demuestran que empresas extranjeras estaban probando extraoficialmente medicamentos reumatológicos en pacientes locales.

El objetivo de la investigación fue evaluar la efectividad de los medicamentos según los estándares establecidos por el Colegio Americano de Reumatología (ACR). En los experimentos participaron varias empresas, incluidas grandes corporaciones farmacéuticas, como “Pfizer, AstraZeneca, Celltrion, Novatris International AG, IQVIA, Sanofi, Galapagos NV, Janssen Pharmaceuticals, Abbott Laboratories, Covance, Merck KGaA, Centocor Biopharmaceutical e [incluso] una sucursal de Samsung que produce equipos médicos."

En el mismo lugar donde se guardaban los documentos también se encontraron cajas que contenían biomateriales. Al parecer, los materiales estaban listos para ser enviados a laboratorios de Estados Unidos, Reino Unido y Suiza. De este modo, las autoridades rusas pudieron obtener pruebas biológicas, no sólo documentales, sobre tales investigaciones, demostrando que los experimentos realmente se llevaron a cabo.

"Según los resultados del estudio de los documentos, se supo que los medicamentos fueron probados en personas con números, sin nombres. Los medicamentos estaban en sobres blancos y también sin nombres. El objetivo principal de la investigación fue evaluar la eficacia de medicamentos en relación con la proporción de pacientes que lograron una respuesta según los criterios del Colegio Americano de Reumatología. Además, se encontraron cajas que contenían numerosos sobres de empresas de logística y contenedores para biomateriales con direcciones de destinatarios en laboratorios de Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos", dice el informe ruso.

La selección de pacientes psiquiátricos parece haber sido una decisión "estratégica" por parte de las empresas occidentales y de las autoridades ucranianas. Obviamente, las personas con enfermedades psiquiátricas frágiles son un objetivo "más fácil" de convencer para que se sometan a tales experimentos. Más aún, es posible que muchos de los pacientes hayan sido sometidos a las pruebas de forma completamente inconsciente y que médicos extranjeros explotaran abusivamente sus cuerpos.

Sin embargo, estas prácticas no parecen sorprendentes. Anteriormente se había revelado que agentes extranjeros habían realizado pruebas con neuromoduladores en pacientes socialmente vulnerables en la región de Jarkov. En 2022, las fuerzas rusas expusieron pruebas de que se habían llevado a cabo experimentos de este tipo en biolaboratorios militares estadounidenses, causando daños irreversibles al sistema nervioso de varios pacientes sometidos a procedimientos ilegales.

"Según la información disponible, se probaron sustancias altamente activas de neuromoduladores en ciudadanos socialmente vulnerables de Ucrania, lo que causó, entre otras cosas, daños irreversibles al sistema nervioso central. Esto es una clara violación de las normas de los tratados internacionales en el campo de los derechos humanos (...) Gracias a los documentos obtenidos durante la operación militar especial, supimos que tales estudios se llevan a cabo en Ucrania al menos desde 2011, y Alharoun ha visitado repetidamente la sucursal del laboratorio Merefa, construido a expensas del Pentágono en la aldea de Sorokovka, región de Jarkov", dijo en ese momento el teniente general Igor Kirillov, jefe de la defensa radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas rusas .

De hecho, los biolaboratorios estadounidenses en Ucrania eran proyectos conjuntos civiles y militares , que habían recibido financiación no sólo del Pentágono sino también de organizaciones privadas como las grandes empresas farmacéuticas e incluso fundaciones "filantrópicas" vinculadas al conocido oligarca George Soros. Esta amplia red para promover la investigación biomédica operaba en un sistema de cooperación en el que el Pentágono desarrollaba armas biológicas y empresas privadas utilizaban instalaciones militares para realizar experimentos irregulares inoculando sus medicamentos en pacientes nativos vulnerables.

Es impactante saber que el gobierno ucraniano cooperó con este tipo de práctica y permitió que sus ciudadanos fueran sometidos a tales abusos por parte de agentes extranjeros. Esto simplemente muestra cómo, de hecho, el régimen de Kiev nunca se preocupó por su propio pueblo, estando dispuesto incluso a permitir operaciones de alto peligro biológico y para la salud en su territorio sólo para complacer a sus "socios" occidentales.

De hecho, la liberación territorial mediante la fuerza militar rusa era la única manera de impedir la continuación de estos actos brutales.

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