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lunes, 29 de abril de 2024 00:48h.

FiSahara, el festival incómodo - por David Bollero / En apoyo del pueblo saharaui, comenta Antonio Aguado

 

FR AAS
Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista, señala y comenta el artículo de Bollero en PÚBLICO

En apoyo del pueblo saharaui

comenta Antonio Aguado

 

ANTONIO AGUADO
ANTONIO AGUADO

La llamada “marcha verde” que se produjo el 6 de noviembre de 1975, con la invasión del Sáhara Occidental por 350.000 marroquíes organizados por el régimen alauita de Hassan II, padre del actual monarca Mohamed VI, con el apoyo de la CIA estadounidense, sin ninguna resistencia por parte de España, que era la potencia colonizadora y llegó a considerarla y darle el trato de 53ª provincia española, logró su objetivo anexionista de esos territorios.

No cabe la menor duda que, el papel jugado por Estados Unidos, fue bastante determinante para que esa invasión tuviera éxito y España abandonara a su destino esos territorios definitivamente el 26 de febrero de 1976. La mayoría de la población saharaui se tuvo que exiliar, siendo acogida por Argelia en campamentos de refugiados sobre todo en el de Tinduf. Otros saharauis optaron por quedarse en la que era su tierra y varios miles se fueron a la diáspora, en la que se han integrado sin olvidar y defender sus orígenes. Salvo una minoría de desertores, todos han estado desde la lejanía en estrecho contacto, reivindicando para su país el derecho a la autodeterminación y la independencia.

Este referido derecho, ha sido reconocido en varias ocasiones por las resoluciones de la ONU. Sin embargo, hasta ahora por el boicot de Marruecos con la complicidad y los apoyos principalmente de los Estados Unidos y en gran medida de Francia y la pasividad de España, el referéndum de autodeterminación no se ha hecho realidad.

Sa ha complicado mucho más, con la deriva efectuada de forma unipersonal por Pedro Sánchez para apoyar en sus aspiraciones, al sátrapa rey Mohamed VI en la implantación de una autonomía, para el Sáhara Occidental dentro del Estado de Marruecos, pues no consultó a sus socios de gobierno, a la militancia del PSOE que tanto había prometido iba a empoderar y tampoco lo sometió a consulta del Parlamento. El caso es que, al margen de los acuerdos internacionales y los tantos apoyos con los que cuenta el pueblo saharaui en los territorios del conjunto de nuestro país y en las organizaciones sindicales de clase como la UGT y CC.OO y los partidos políticos de izquierda y el propio PSOE, que ha tenido como uno de sus paisajes naturales, la buena acogida en sus congresos federales y autonómicos a las delegaciones del Frente Polisario, invitadas y muy bien acogidas. Algo que de un tiempo a esta parte no ha tenido continuidad. 

Por muchos apoyos interesados que tiene de Francia y sobre todo de Estados Unidos, el chantaje de Marruecos a España es insoportable. De lo mejor que nos podría pasar es tener como vecinos al noble, culto y democrático pueblo saharaui en la seguridad de que su ejemplo podría ser referente para otros muchos pueblos de Africa.

 

Antonio Aguado Suarez    

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FiSahara, el festival incómodo

David Bollero PÚBLICO

El pasado fin de semana, FiSahara (Festival Internacional de Cine del Sáhara) celebró su vigésimo aniversario y lo ha hecho trayendo a la capital una edición especial –la tercera que organiza en Madrid-. FiSahara ha vuelto a demostrar por qué es mucho que un festival de cine, convirtiéndose durante tres días en epicentro de las denuncias saharauis que no sólo sacan los colores a España, sino a la Comunidad Internacional, extendiendo su mirada al genocidio que Israel comete en Gaza.

FiSahara Madrid ha sido tan intenso como emocionante. Durante tres días, esta cita con el cine y los derechos humanos ha reunido a cuatro de las activistas saharauis más bravas, como Aminetu Haidar, Sultana Jaya, ElGhalia Djimi y Mina Baali, éstas dos últimas llegadas del Sáhara Occidental ocupado gracias a las gestiones de la ONG NomadsHRC.

Tres sillas vacías les acompañaban el día que el festival les rendía homenaje, representando a sus tres compañeras Salha Boutanguiza, Luara Jaya y Mahfouda Lefkir, que no han podido viajar hasta Madrid porque el Gobierno de España no les ha facilitado el visado. FiSahara ha servido para mostrar del modo más descarnado la complicidad de nuestro gobierno con Marruecos, la fuerza ocupante del Sáhara. Escuchar de boca de las activistas las trabas que ponen los consulados españoles en Marruecos para poder acceder a un visado tan sólo es la punta del iceberg. Haidar reveló cómo tras años de disfrutar de la residencia española, el Gobierno se la acaba de retirar. Según denunció en los coloquios de FiSahara la ganadora del Right Livelihood Award (Nobel de la Paz alternativo), España ha pasado de "querer comprarme, hasta ofreciéndome una casa", a negarle el derecho de residir en el país.

El común denominador en ambos casos es un gobierno socialista: en el primer caso, con José Luis Rodríguez Zapatero de presidente y Miguel Ángel Moratinos de titular de Exteriores; en el segundo, con Pedro Sánchez y José Manuel Albares. Conocer estos hechos la misma semana que vimos cómo el régimen de Mohamed VI desmentía a Albares negando la inminente apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla y filtraba a los medios el logotipo del Mundial 2030 en el que Marruecos ha sido incluido tras sus presiones/chantajes, da una idea de la poca autoridad y autoestima que nuestro Gobierno muestra ante Rabat.

Tres activistas saharauis denuncian que España no ha atendido sus solicitudes de visado para viajar a Madrid para un acto

Tres activistas saharauis denuncian que España no ha atendido sus solicitudes de visado para viajar a Madrid para un acto

El trabajo sucio que España realiza para Marruecos va más allá pues, según expuso Haidar, excluye a activistas saharauis de programas dirigidos a defensores de los derechos humanos, promovidos por organizaciones como Mundubat o CEAR, utilizando el visado como herramienta de veto. Esta impunidad que regalan España y el resto de la Comunidad Internacional a Marruecos en su invasión ilegal y la sistemática vulneración de derechos fundamentales del pueblo saharaui ha llevado a Mohamed VI a la desfachatez de postular a Marruecos como candidato a presidir el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Tal y como denunció la activista Yaguta El-Mokhtar, "es como poner al lobo a cuidar a las ovejas", por lo que la sociedad civil saharaui ya ha articulado una campaña para que no se cometa tal infamia.

FiSahara es un festival incómodo, molesto e irritante para Marruecos, pero también para los diferentes gobiernos que han pasado por La Moncloa porque, como ha quedado evidente en esta edición, pone encima de la mesa la más que cuestionable política de comercio de armas al régimen de Mohamed VI –"un cliente fijo", lo calificó el experto en armamento y Derecho Administrativo, el profesor Eduardo Melero de la Universidad Autónoma de Madrid-, o cómo se ignora al Sáhara Occidental en la Cumbre del Clima (COP28), a pesar de que el Sáhara Occidental y los campamentos de población refugiada saharaui sufren de pleno los efectos del cambio climático.

FiSahara molesta, incluso agrede, a quienes vulneran los derechos humanos y a quienes lo permiten, y lo hace tendiendo puentes entre causas, como la clausura del festival puso de relieve. En una sesión conjunta titulada De Gaza a El Aaiún: Cine contra la Ocupaciónel festival conectó la lucha de dos pueblos, el saharaui y el palestino, por su libertad. Extendiendo la solidaridad con Gaza que activistas como Sultana Jaya ya habían expresado en la sesión inaugural, el coloquio llamó a continuar con la acción civil, con la unión de los pueblos y la solidaridad colectiva para doblegar tanto a Rabat como Tel Aviv y detener sus crímenes de lesa humanidad.

Organizaciones saharauis lanzan una campaña contra la candidatura de Marruecos a presidir el Consejo de DDHH de la ONU

Organizaciones saharauis lanzan una campaña contra la candidatura de Marruecos a presidir el Consejo de DDHH de la ONU

 

El arte y la cultura no cambian el mundo. En sus dos décadas de vida, FiSahara ha podido constatar esa realidad, pero también ha comprobado cómo a través del cine se abren nuevas vías a la movilización, se rompe el silencio mediático sobre causas como la saharaui o la palestina y se activa el resorte de la humanidad, el sentimiento colectivo y solidario contra el opresor. El cine llega a las personas, que son quienes tienen la llave para cambiar al mundo y FiSahara reúne a ambas, cine y personas... y molesta. Mucho. Por otros 20 años de incomodidad, ojalá que desde las playas de un Sáhara Occidental liberado.

* Gracias a David Bollero, a PÚBLICO y a la colaboración de Antonio Aguado

DAVID BOLLERO
DAVID BOLLERO

 

https://blogs.publico.es/david-bollero/2023/12/18/fisahara-el-festival-incomodo/?doing_wp_cron=1702941582.5309989452362060546875#md=modulo-portada-fila-de-modulos:4x15-t2;mm=mobile-medium

PÚBLICO La casa de mi tía republica por el alto interés del contenido, bajo las Normas de Uso Justo de la UE
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