El gran rabino británico da su bendición a los crímenes de guerra en Gaza - por Jonathan Cook
El gran rabino británico da su bendición a los crímenes de guerra en Gaza
Jonathan Cook
GLOBAL RESEARCH
El principal rabino de Gran Bretaña, Ephraim Mirvis , habló en un evento público en una sinagoga el domingo pasado para ensalzar el desempeño “sobresaliente” del ejército israelí en Gaza. Lo hizo días antes de que Sudáfrica presente su caso ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya –a partir de hoy– de que Israel está cometiendo genocidio en el enclave.
Si finalmente se descubre que Israel está perpetrando genocidio puede resultar más una decisión política que un veredicto legal, dadas las presiones sobre los 15 jueces por parte de sus respectivos líderes nacionales.
Pero es indiscutible que Israel ha cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Gaza. Se sabe que mató a más de 23.000 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños, e hirió gravemente a decenas de miles más. Ha expulsado de sus hogares a la abrumadora mayoría de los 2,3 millones de habitantes del enclave; es decir, Israel los ha limpiado étnicamente.
Israel ha bombardeado repetidamente las “zonas seguras” a las que ha ordenado huir a los civiles, así como infraestructuras críticas como hospitales, escuelas, mezquitas, iglesias y panaderías. Ha impuesto un “asedio completo” que niega alimentos, ayuda y medicinas, lo que provoca hambrunas masivas y la propagación de enfermedades letales.
Imágenes de vídeo han mostrado a soldados israelíes en Gaza destrozando alegremente tiendas ; desnudar a hombres y niños palestinos hasta dejarlos en ropa interior ; y disparar contra civiles , incluidas mujeres, en la calle mientras portaban banderas blancas. Los soldados incluso ejecutaron a tres de los rehenes de Israel que intentaban escapar del cautiverio y rendirse con un cartel de SOS.
Sin embargo, el rabino principal de Gran Bretaña, la cara del judaísmo en el Reino Unido, ha alzado la voz para llamar a todo esto “lo más extraordinario posible”. Ha ido más allá: ha descrito a las tropas que cometen estos crímenes como “nuestros heroicos soldados” y ha revelado que su propio hijo, Danny, está ayudando en el ataque a Gaza en el ejército israelí. Ha dicho que está "inmensamente orgulloso" de él.
Mirvis podría haber elegido una forma de palabras de comadreja del tipo que suelen utilizar los apologistas de Israel. Podría haber argumentado que el ejército israelí estaba llevando a cabo su tarea en Gaza lo mejor que podía en circunstancias casi imposibles. Que los palestinos asesinados en Gaza fueron un daño colateral desafortunado mientras el ejército israelí buscaba erradicar a Hamás.
Pero no lo hizo. Calificó los indudables crímenes de guerra que se han cometido en los últimos tres meses como "lo más destacado".
Hay varios puntos a tener en cuenta sobre sus comentarios:
1. Para cualquier figura pública, judía o no, calificar de “sobresalientes” las atrocidades cometidas por la potencia extranjera de Israel refleja una visión del mundo que deshumaniza por completo a los palestinos y está dispuesta a incitar a cometer crímenes de guerra contra ellos. Incluso si el tribunal de La Haya no dictaminara que se está produciendo un genocidio, Mirvis ha incitado claramente a cometer crímenes contra la humanidad.
2. Como líder efectivo del judaísmo británico, Mirvis está dando aprobación religiosa a la realización de crímenes de guerra. Muchos de los soldados en Gaza –una proporción significativa de ellos religiosos– tendrán ahora razones para creer que los crímenes que ellos y su ejército han estado cometiendo durante los últimos tres meses son una bendición, que su misión está divinamente ordenada. En resumen, Mirvis ha dado a entender que matar palestinos es obra de Dios.
3. Al referirse a “ nuestros heroicos soldados”, Mirvis ha confundido al pueblo judío con Israel. Esos soldados no son soldados británicos. No son soldados judíos. Son soldados israelíes . Si usted o yo hiciéramos esto (sugerir que los judíos están detrás de las atrocidades que se están cometiendo en Gaza, no un ejército extranjero), con razón nos llamarían antisemitas. Y por una buena razón. Porque cuando se confunden los identificadores “judío” e “israelí”, se culpa a todos los judíos en todas partes, incluido el Reino Unido, con los crímenes cometidos por Israel contra los palestinos. Haces a todos los judíos responsables de atrocidades. Y, por lo tanto, los convierte en blanco de crímenes de odio antisemitas por parte de quienes caen en esta combinación maliciosa. En otras palabras, Mirvis ahora no sólo tiene sangre palestina en sus manos, sino también potencialmente sangre judía. Sus palabras pueden inspirar ataques contra los judíos.
4. Hay algo profundamente feo –tal vez siniestro sería una mejor palabra– en el hecho de que la incitación religiosa de Mirvis a cometer crímenes contra la humanidad (y muy probablemente genocidio) sea vista como algo completamente corriente por nuestros medios y políticos del establishment. Y, sin embargo, un eslogan que pide igualdad entre palestinos e israelíes es sistemáticamente tergiversado por estos mismos actores para sugerir que es de algún modo genocida. “Desde el río hasta el mar, los palestinos serán libres” es una exigencia para poner fin al sistema unificado de apartheid de Israel tanto en Israel como en los territorios palestinos ocupados, un sistema que asigna derechos completamente diferentes a los judíos israelíes y a los palestinos. Revertir eso puede considerarse genocida sólo si se imagina que los israelíes lucharán hasta la muerte para impedir que los palestinos obtengan la igualdad de derechos. Revela mucho más sobre la mentalidad de quienes creen que el lema es genocida que cualquier mala intención de quienes corean lo que es un llamado a la liberación. Esa mentalidad se manifiesta plenamente en las atrocidades que Israel está cometiendo en Gaza, aplaudidas por líderes judíos como Mirvis.
5. Gran Bretaña tiene una estrategia de Prevención cuyo objetivo oficial es “reducir la amenaza que supone el terrorismo para el Reino Unido impidiendo que las personas se conviertan en terroristas o apoyen el terrorismo”. En la práctica, la estrategia es el intento del Estado británico de estigmatizar a la comunidad musulmana como un grupo de potenciales reclutas terroristas, vigilar sus organizaciones comunitarias y debilitar las protecciones legales contra el arresto y la condena. La preocupación declarada es que los musulmanes están siendo “radicalizados” por imanes extremistas en sus mezquitas, en lugar de por los acontecimientos extremos que ven, como el genocidio que se desarrolla en Gaza.
Mirvis ha demostrado sin lugar a dudas que los predicadores extremistas no sólo se encuentran en las mezquitas sino también en las sinagogas. Si el gobierno realmente está utilizando Prevent para poner fin al apoyo al terrorismo, debe aplicar la estrategia de manera imparcial. Matar y herir gravemente a unos 100.000 palestinos –aproximadamente una de cada 20 personas en Gaza– y dejar a casi toda la población sin hogar, indigente y hambrienta seguramente se considera terrorismo organizado por el Estado, independientemente de que el tribunal finalmente determine o no que equivale a genocidio.
El contexto es que durante muchos años Mirvis eligió estudiar y vivir en los asentamientos ilegales de Israel en Cisjordania, donde los extremistas judíos aterrorizan regularmente a las comunidades palestinas para expulsarlas de sus tierras. Crió al menos a uno de sus hijos para que eligiera servir en un ejército que aterrorizaba y limpiaba étnicamente a los palestinos en Gaza. Mirvis considera que los soldados que cometen crímenes de guerra son "nuestros héroes".
En 2017, Mirvis respaldó a los fanáticos colonos judíos –el equivalente israelí de los supremacistas blancos– en su marcha anual a través de la ocupada Ciudad Vieja de Jerusalén. Cada año, en esa marcha, se graba a la mayoría de los participantes ondeando masas de banderas israelíes hacia los palestinos que viven allí y cantando “Muerte a los árabes”. Un columnista de un periódico israelí describe la marcha del Día de Jerusalén como un “carnaval religioso del odio”. Pero Mirvis lo celebra.
Un punto más. A pesar de que, juzgado desde cualquier punto de vista razonable, Mirvis es un extremista y sostiene opiniones que deberían resultar repelentes a cualquier persona decente, el establishment británico, incluidos sus medios de comunicación, lo tiene en alta estima.
Se puede entender por qué. A finales de 2019, días antes de las elecciones generales del Reino Unido, Mirvis acusó públicamente al líder de la oposición, Jeremy Corbyn, de no ser apto para ocupar un alto cargo porque supuestamente permitía y promovía el antisemismo en el Partido Laborista. El establishment británico había pasado años cultivando esta difamación sin pruebas .
Mirvis argumentó que “el alma misma de nuestra nación está en juego” en las elecciones británicas. De este modo, llamó efectivamente a los judíos británicos y al público británico a votar por el gobierno.
Fue un acto de interferencia electoral sin precedentes que fue informado con reverencia por los medios británicos. Tanto el hecho de que Mirvis intentara influir en la votación con un engaño como que los medios del establishment se confabularan con él para hacerlo deberían haber sido impactantes, incluso en ese momento. Pero los últimos comentarios de Mirvis proporcionan un contexto adicional. Porque es el rabino Mirvis –no los antisemitas– quien está muy feliz de hacer alarde de su doble lealtad. Esos soldados son aparentemente “nuestros”.
Entonces la pregunta es la siguiente: ¿a qué nación se refería realmente Mirvis cuando advirtió poco antes de las elecciones de 2019 que “el alma misma de nuestra nación está en juego”? ¿La nación británica a cuyos judíos religiosos supuestamente representa, o la nación israelí que actualmente está realizando una limpieza étnica y asesinando a hombres, mujeres y niños palestinos?
Mirvis, al parecer, acaba de darnos su respuesta.
* Gracias a Jonathan Cook y GLOBAL RESEARCH y a la colaboración de Federico Aguilera Klink
