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viernes, 03 de mayo de 2024 08:41h.

Santiago Pérez: “Jurídicamente hablando, lo que pretende Cataluña no es viable hoy en día”

“Sin embargo, si un pueblo se empeña mayoritaria e insistentemente en lograr su independencia, al final tiene derecho a hacerlo”, dijo el político tinerfeño

Santiago Pérez: “Jurídicamente hablando, lo que pretende Cataluña no es viable hoy en día”    

“Sin embargo, si un pueblo se empeña mayoritaria e insistentemente en lograr su independencia, al final tiene derecho a hacerlo”, dijo el político tinerfeño

Audio de la entrevista 

SB-Noticias.- El profesor de Derecho Constitucional de la ULL y ex diputado en el Parlamento canario, Santiago Pérez, valoró el rechazo del Congreso por un 86% de los votos emitidos por los diputados a que Cataluña realice la consulta soberanista y dijo que “Yo comparto la premisa sobre la que se sustenta la Constitución, por tanto creo en una España como comunidad humana afianzada y con suficientes elementos en común como para sustentar un Estado”.

Cuando se produjo la reforma exprés de la Constitución por las presiones de la troika, del FMI y de la derecha europea para establecer la regla de oro, incorporando a nuestra carta magna la ideología del neoconservadurismo, lo que se consiguió es que la Constitución perdiera la autoridad moral sobre el país y añade que aunque sea la principal norma del país, no se mantiene por sí sola, sino que la mantienen los apoyos de los ciudadanos.

Pérez entiende que para valorar el asunto catalán se tiene que abordar desde los puntos de vista político y jurídico. En este sentido, desde el político, existe un problema de muy difícil solución porque si la mayoría del pueblo de Cataluña insiste en constituir un Estado propio e independiente, esta situación solo admite dos respuestas posibles, impedirlo por la fuerza, o acabar negociando una salida y aceptando la situación.

“Si un pueblo se empeña mayoritaria e insistentemente en lograr su independencia, al final tiene derecho a hacerlo”, dijo el político tinerfeño, quien entiende que otra cosa son las consecuencias que ello pueda producir, llamando la atención sobre un estudio historiográfico en el que se explica que estamos en una época en la que se ha vuelto a reactivar el nacionalismo, la aspiración de conseguir la construcción de nuevas naciones-estado, que tienen muy complicado defender su soberanía real en la actual jungla internacional, de manera que se puedan separar de las naciones a las que han estado vinculadas, para depender económicamente de las grandes multinacionales, hasta el punto de que estos gigantes multinacionales lo que buscan es un mundo con estado enanos, incapaces de resistir la presión de los mercados, anulando la política democrática fundamentalmente.

En lo relativo a la cuestión jurídica, Santiago Pérez dijo que con la Constitución en la mano, como norma jurídica que refleja un gran consenso político, hablamos del concepto de que España existe, lo que ocurre es que los partidos nacionalistas defienden el concepto de que España no existe, creyendo que el Estado es simplemente una estructura de dominación, centralista, sobre los pueblos de España y por eso nunca hablan de España sino del Estado: “Yo comparto la premisa sobre la que se sustenta la Constitución, por tanto creo en una España como comunidad humana afianzada y con suficientes elementos en común como para sustentar un Estado”.

Insiste en que desde el punto de vista jurídico, no cabe que a través de una Ley orgánica el Estado delegue o transfiera facultades que son indelegables: “No se puede transferir a una comunidad autónoma el ejercicio de una facultad estatal que es expresión directa de la soberanía, que según la Constitución, reside en el pueblo español”, lo que significa que jurídicamente hablando, lo que pretende Cataluña no es viable, por lo que habrá que buscar otras fórmulas.

De las posiciones mantenidas en el debate, Pérez dijo que de todas, la más cercana a la suya es la que defendió Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque bajo su punto de vista, tiene un fallo, porque abre la vía para la reforma constitucional sin marcar el camino, dado que esta reforma no afectaría a cualquier aspecto de los importantes, sino que afecta al más importante, como es la primera premisa del acuerdo constitucional, que como ya dijo, parte de aceptar que España existe.