"El tranvía de noviembre, el ómnibus de enero"

Enric Juliana

LA VANGUARDIA

Colocar una reforma de la ley de Enjuiciamiento Criminal dentro de un decreto cuyos asuntos principales son la actualización de las pensiones, las ayudas sociales a los más necesitados y diversas rebajas fiscales es algo más que una temeridad. Es un error, en la actual legislatura.

Pedro Sánchez y su gente saben coger tranvías, pero parece que no saben conducir omnibus. Los lectores seguramente recordarán el guirigay de finales deL 2022. Aquel paquete legislativo articulado que llevaba en sus alforjas una problemática reforma del Código Penal para atenuar el delito de malversación en algunos supuestos, más una modificación reglamentaria para agilizar la renovación del Tribunal Constitucional, junto con otros asuntos de muy diversa índole. Sánchez deseaba sacarse de encima unos cuantos temas difíciles, para empezar el 2023 muy centrado en la agenda europea y en la preparación de las elecciones locales del 28 de mayo. Llegó a enero con una bronca monumental que le complicó la aproximación a mayo. Las elecciones locales le salieron muy mal y tuvo que adelantar las generales a julio. Salvó las generales de milagro, gracias a los errores pertinaces de la derecha española, gestionó el semestre europeo como pudo y supo subir al tranvía de la investidura.

El Gobierno parece haber medido mal la idiosincrasia de Junts y la pugnacidad de Podemos

Sánchez sabía que el tranvía de Junts solo pasaría una vez por la estación Amnistía. Carles Puigdemont también sabía que el tranvía Amnistía sólo pararía una vez en Waterloo. Ambos subieron.

Emulando el movimiento del año pasado, el Gobierno ha querido despejar enero del 2024 con un ómnibus lleno hasta los topes. El truco es conocido: si el decreto no es validado por el Congreso, cae todo.

Despejar enero para encarar con energía las elecciones de febrero en Galicia en las que el Partido Popular, partiendo como favorito, puede tener problemas si resbala con los millones de bolitas de plástico que se están amontonando en las playas gallegas. Ese era el plan, que hoy puede pinchar.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una rueda de prensa a finales de diciembre

 AFP

El PSOE es el campeón de las astucias en España. Es el partido que ha gobernado más años desde la restauración de la democracia, demostrando una gran elasticidad y una notable capacidad de pacto. Y una envidiable unidad interna. Conscientes de sus habilidades, a veces se pasan de listos.

Esta vez han cargado el ómnibus como si nada hubiese pasado en julio. “No se atreverán a votar en contra de la subida de las pensiones”. Error. La mayoría parlamentaria es hoy distinta, mucho más ajustada y condicionada por dos luchas insomnes: la pugna que desde hace más de una década enfrenta a ERC con el eterno gen convergente, y el enconado duelo entre Yolanda Díaz y el grupo dirigente de Podemos, que acabará mal para toda la izquierda.

María Jesús Montero se juega el carnet de conductora de ómnibus

 Mariscal | EFE

Junts tensará la cuerda del Congreso todo lo que pueda para que ERC, con problemas de gestión en la Generalitat, aparezca en Catalunya como el partido de los blandos. Podemos quiere demostrar que los han dado por muertos antes de hora. La vicepresidenta María Jesús Montero se juega el carnet de conductora de ómnibus.

[El Gobierno sobrevivirá a la votación de hoy. Más seria es la presión norteamericana por la operación en el mar Rojo. El jefe de Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos acaba de llamar al Jefe de Estado Mayor de la Defensa para pedir que España se implique. En Bab el Mandeb no se disparan bolitas de plástico].

* Gracias a Enric Juliana y LA VANGUARDIA y a la colaboración de Farncisco Morote, de Attac Canarias

https://www.lavanguardia.com/politica/20240110/9493072/tranvia-noviembre-omnibus-enero.html