Si los y las meapilas del PPío, sepulcros blanqueados que besan crucifijos, condecoran vírgenes, se encomiendan al ángel de la guarda para aparcar y se tocan ppeinetas en las fiestas de guardar, tuvieran un pizco de vergüenza, si creyeran en su fe con sinceridad, sentirían remordimiento, viendo los efectos de sus medidas austeritarias. Estas son sus victorias, miserables neoliberales. Lo que informa Cáritas, apoyándose en su propia experiencia de asistencia, es desgarrador.