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Hace unas semanas visité la excavación de una trinchera republicana en la Ciudad Universitaria (http://guerraenlauniversidad.blogspot.com.es/2016/07/visitanos-en-el-frente-jornadas-de.html Fue una experiencia sobrecogedora estar en el mismo lugar donde se habían producido enfrentamientos durante la Guerra Civil y donde habían caído los hombres y las mujeres que resistieron durante 3 años el embiste de las tropas sublevadas. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue enterarme de que ¡los fondos para llevarla a cabo eran privados y/o sacados de las becas de los estudiantes que se habían apuntado para excavar la trinchera!

Eso me ha hecho investigar qué ha pasado y la realidad es queocurre lo mismo con las exhumaciones de los represaliados por las fuerzas franquistas. De este modo, de las 2.382 fosas localizadas, se han abierto menos de 400 y la mayoría gracias a la financiación privada, crowdfunding y con el esfuerzo de voluntarios.

Desde el 2010, la partida destinada a financiar la recuperación de la Memoria Histórica se ha ido reduciendo hasta dejar de ser incluida en los presupuestos del Estado. Por eso una de las peticiones de los enviados de la ONU ha sido que el Gobierno asuma como una “política de Estado” la localización de los desaparecidos del franquismo y que “proporcione los fondos adecuados para que la ley de Memoria pueda aplicarse eficazmente”.

Por ello, solicitamos al Congreso de los Diputados que, cuando aprueben los Presupuestos Generales del Estado para 2017, vuelvan a incluir la financiación de la recuperación de la memoria histórica.

Es hora de que honremos y recuperemos para siempre a quienes murieron, fueron encarcelados, injustamente agraviados, deportados, sometidos a trabajos forzosos, internados en campos de concentración o sufrieron exilio defendiendo los valores democráticos.

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