Al gobierno del reino que Felipe Borbón heredó del dictador Franco, se le hace jurídicamente complicado explicar su posición respecto al territorio del Sáhara occidental del que, legalmente, según dictamina la ONU, sigue siendo potencia administradora. Es decir, que el Sáhara Occidental es, en este momento, territorio español, pero los sucesivos gobiernos han abandonado y permitido que otro estado se apodere de él. Esto, cualquier tribunal lo llamaría alta traición.Sin embargo, es lo que está ocurriendo sin que pase absolutamente nada. Toda esta situación la explica con claridad José Antonio Gómez en DIARIO16, en artículo que destaca Luis Portillo Pasqual del Riquelme.