Nota de Chema Tante. Eloy Cuadra lleva viviendo en Canarias más tiempo que en ninguna otra parte. Llegó a las islas para rescatar vidas en la mar. Y, cuando se retiró, pudiendo regresar a su otra patria andaluza, que tampoco es mala tierra (ninguna lo es o debería serlo) prefirió quedarse acá y unir su destino al nuestro. No, como hacen los godos, nacidos fuera o dentro de Canarias, abusando de nuestra gente, sino todo lo contrario. Sin necesidad ninguna, más que la solidaridad, Eloy se ha dedicado, como ha considerado la mejor manera, a ayudar y defender a las personas desamparadas -incluso poniendo pasta de su bolsillo- y a las causas populares canarias. Y yo llamo tolete a quien cuestione la canariedad de este tipo. Hoy Eloy, andaluz y canario, que los pueblos somos compatibles, escribe otra exhortación a despertarnos de una vez. A dejarnos de boberías, a encontrarnos, para pintarle un machango a esta insalla que lleva 500 años crujiéndonos la vida. Y yo me uno al asunto, con todo fervor. Más de cuatro que dan mucho esperrido, no hacen más que esperar a ver qué pasa.