Caían en la Marfea masivamente, cientos de hombres, algunas mujeres, luchadoras, luchadores antifascistas, anarquistas, comunistas, socialistas, personas que defendían a la clase trabajadora, la democracia, la legitimidad constitucional.

"No somos una dictadura, es cierto, pero seguimos estando a ochenta años de ser una democracia."

El exteniente Luis Gonzalo Segura demuestra que sí se puede ser militar y pensar con la cabeza. Lo que ocurre es que si, además de pensar, se dice lo que se piensa, no se tiene cabida en este ejército. Este artículo que destaca Antonio Aguado reflexiona sobre una realidad palmaria: La torcedura del hilo constitucional, que en julio de 1936 arrollara la legalidad constitucional y las libertades democráticas, no ha sido restaurada, ochenta años después. Este es un estado de derecha, en el que la división y autonomia entre los poderes no existe. Un estado en el que la corrupción, la mentira, la manipulación de la información siguen atenazando a la gente.

Tremendo tema, el que abordan Alberto Rabilotta y Michel Agnaïeff en este artículo en ALAINET que recomienda Francisco Morote, de ATTAC Canarias. El trabajo, más que resorte de realización personal y colectiva, que es lo que es y lo que debería ser, se convierte en instrumento de dominación y discriminación en este sistema capitalista. La introución de la maquinaria y de la robótica, que va reduciendo la necesidad de la intervención humana en la actividad económica, se suponía que proporcionaría más calidad de vida, de ocio y de cultura en la existencia humana. Pero esa ventaja la ha acaparado en exclusiva el capital, arrebatando sus derechos a las clases trabajadoras y condenándolas al empleo precario mal pagado, al paro, a la ingencia. Ese es el presente y por ahí vanj los tiros del futuro. El neoliberalismo utiliza el juego empleo-paro, como elemento de extorsión, para conseguir una mano de obra barata y sumisa.

EL MERCURIO DIGITAL publica este artículo recomendado por Francisco Morote, de ATTAC Canarias, en el que Jorge Riechmann se hace una pregunta que se me antoja retórica. Porque estoy seguro de que el autor, como ustedes y como yo, sabemos de sobra la respuesta. La codicia, gente, la codicia.

Benicio Corbacho, Esteban Cabrera y Marisa Alonso, fueron sacados de sus casas de madrugada por la “Brigada del amanecer”.

Otra de las muchas argumentaciones que demuestran, tanto la falacia de las declaraciones oficiales sobre el resultado de la EPA como la ingenuidad, cuando no el servilismo, de la opinión pública y la publicada, aceptando comulgar con ruedas neoliberales. Lo que expone Alfonso González Jerez en LA PROVINCIA (en LA OPINIÓN, no le visto), se cae de maduro.

En LA OPINIÓN, una estupenda descrioción gráfica de la aberración política en USA, proyectable a muchos otros lugares, Canarias y España incluidas, claro. De como la asnalidad elefantiásica de ciertps partidos políticos llevan al desastre a las economías de los pueblos. Pinchen y vean.