Cultura
Digámoslo sin ambages: lo que de verdad hace a Venezuela irreconciliable con el Hegemonismo es ser ejemplo. No es el petróleo, ni los servicios públicos, ni el enclave estratégico caribeño, ni el respiro dado a Cuba, ni los comunistas en el poder (que no lo están), ni la burguesía nacional bolivariana (que la hay, claro). Lo que no traga la Casa Blanca es ver a Venezuela plantada ahí, ante el Norte, mostrándoles a los adeptos a la pos-historia que hay vida después de Fukuyama, y, peor aún, mostrándoselo a los 60 millones de parias excluidos/encerrados/enterrados al fondo del Corazón de la Bestia. Miles de ellos llevan años templando sus helados inviernos gracias a las donaciones estatales venezolanas.