Vean, detrás de este par de cabezas, la belleza que estos dos velillos quieren pintar

¿Que le hemos hecho en Canarias a la creatividad vasca, que a cada momento pretende jurar nuestras montañas, pintar nuestros barrancos? ¿No hay montes y laderas en Euskadi? Cuando leo esta noticia, en EL APURÓN y en EL DIARIO LA PALMA AHORA, lo que me sale preguntarle a Ibarrola es por qué no va y pintarrajea su pueblo y qué dirían los y las basauritarras si le vieran, brocha en mano, dispuesto a chascarse 160.000 euros del presupuesto vasco en semejante estropicio, por allá. Y a Facundo Fierro, lo único que le puedo preguntar es si no le da vergüenza colaborar en esta auténtica animalada. En fin. A Anselmo, del Cabildo y a Yeray, del ayuntamiento de Garafía  habrá que decirles que si no se les ocurre nada mejor en que estallarse esas perras, seguro que a la gente de la cultura palmera le aquellaría bastante que se invirtieran 160.000 euros en sus proyectos.

¿Será el acento?, ¿será la procedencia?, lo cierto es que todavía hoy después de 20 años en Canarias los hay que me recuerdan que nunca seré canario. Godo o no, el asunto es que tengo que seguir viviendo en el Archipiélago, de aquí son y aquí viven mis hijos y otra mucha gente que quiero, y además me gusta vivir aquí. Imagino que si viviera en Indonesia o en Mozambique seguro que también sería un "como quiera que llamen allí a los extranjeros", y del mismo modo intentaría mejorar las cosas por allí. 

Desde que se conoció la indecente pieza escrita por el godo Joaquín Abad, con el título "Caciques canarios", pensé que era mejor no darle mayor relevancia a semejante jediondada. Sin embargo, esta respuesta y comentarios de Juan García Luján en su SOMOS NADIE, me han hecho reconsiderar el criterio. Juan reproduce el texto infame, Y yo ofrezco el enlace a la respuesta del interfecto.

El presidente de Nueva Canarias mantiene su propuesta de resolver el problema de las prospecciones petrolíferas mediante una consulta ciudadana

TAMAIMOS denuncia una práctica nefasta y toleta habitual, no sólo en el gobierno de Paulino, sino en muchos otros, por islas y municipios isleños; y tambien por empresas papagüevas. O por ignorancia, o por desidia, o, lo más grave, por ahorrarse unos euros que mezquinamente hurtan a profesionales de Canarias, se confía la locución de piezas promocionales a gente peninsular.