La “maldición” de los incendios - por Noelia Sánchez Suárez
Yo me planteo: ¿Nadie se pregunta cómo es posible que la quema de un simple papel se convierta en una tragedia de esas dimensiones? ¿Nadie reflexiona en torno a la tremenda vulnerabilidad en la que vivimos cada verano y si es posible o no revertirla? ¿Se puede vivir tranquilo pensando que cualquiera de los más de dos millones de habitantes del archipiélago y los tantos millones que nos visitan en época estival tiene la capacidad, con un gesto tan pequeño, con mejor o peor intención, de provocar un incidente de tamaña envergadura? ¿Ninguno se ha percatado tras años de asistir a sucesos como este de que, por muchos hidroaviones que se tengan, estos incendios son incontrolables si las condiciones climatológicas –temperatura, viento, humedad- no acompañan?