Antonio Aguado seála y comenta esta noticia sobre la bochornosa actitu de uno que se llama socialista y propone que su partido apoye a la derecha para que gibierne. Lo de Josep Borrell es la guinda de un trayectoria política plagada de contradicciones entre ideas y praxis.

El presidente de Nueva Canarias reitera que el compromiso de su partido es con el programa de cambio político y la agenda canaria suscrito con el PSOE

El resultado de las últimas elecciones generales ha creado una situación inusitada en el Parlamento español: por primera vez, no hay mayoría suficiente para que una fuerza política gobierne, ni sola o acompañada del apoyo de los diputados “nacionalistas” ni asociándose según afinidades de derechas o de izquierdas. Tras décadas de una cultura parlamentaria definida por la oposición y no por el consenso, o se encuentran otros criterios de asociación, o habrá que ir a nuevas elecciones.

Esta semana asistimos, de nuevo, al bochornoso espectáculo político del juego de las sillas. El mensaje, que se transmitió en el debate de investidura, es claro: les motiva y les interesa la silla, el poder. No hay ética, ni memoria, ni cumplimiento de promesas, ni dignidad, todo vale con tal de conseguirla antes de que pare la música, desde las descalificaciones hasta las mentiras...barra libre con inviolabilidad asegurada.

Julián Ayala recomienda este lúcido análisis que hace Manolo Monereo en CUARTO PODER sobre las maniobras de Rivera y de las y los capitostes del PsoE, en un pacto que ha pasado a ser "un frente político dotado de una táctica y estrategia electoral unitaria". Porque "Rivera y Sánchez ligan sus destinos más allá de lo coyuntural".

Hay que acabar con la austeridad, frenar la LOMCE. No firmar el TTIP el próximo gobierno. Enfrentarse con decisión al paro, la pobreza, la exclusión social y el precariado laboral.

Rafael Halcón, en articulo en REPÚBLICA que destaca Francisco Morote, de ATTAC Canarias, hace un enésimo análisis de este momento, único, en el que un candidato de un partido que se dice socialista recibe un pequeño, pero que basta, apoyo de su militancia, para intentar montarse un gobierno de progreso, en alianza con un partido de derecha. La cuadratura del círculo, se llama eso

Carlos Ortiz de Zárate destaca en TWITTER este esclarecedor reportaje de Ana Pardo de Vera @pardodevera en PÚBLICO. Como mucha gente sospechábamos, los niveles de decisión psociata están infectados por la sumisión al neoliberalismo. Es lo que pasa cuando uno se encadena finacieramente con los amos del dinero. Y, como cuenta Ana Pardo de Vera, la debilidad manifiesta de Pedro Sánchez es posible que dé paso a la derecha hacia el gobierno, no con la figura de Rahoy, sino con la de Rivera. Que para el caso, es exactamente lo mismo, si no peor.

Pedro Sánchez inició, el pasado miércoles 3 de febrero, el proceso para buscar apoyos a su investidura como presidente del Gobierno de España. Una de sus primera reuniones fue con el diputado de Nueva Canarias (NC) Pedro Quevedo, quien le manifestó que cuenta con la modesta aportación de NC para sacar adelante un programa reformista volcado en el empleo, la lucha contra las desigualdades, la defensa de los servicios públicos, la modificación de los sistemas electorales, para hacerlos más proporcionales, y la apertura de la senda que nos lleve a una reforma de la Constitución.

A ver qué plantearán ahora, la gran baronesa, sus acólitos barones y gerifaltes “socialistas”: Felipe González, Alfonso Guerra, Chaves, Griñán, Bono, Rubalcaba, Jerónimo Saavedra etc., para torpedear ésta posibilidad de frenar al PP y que podamos tener un gobierno de izquierda y progresista con Pedro Sanchez presidiéndolo.