"No te quieres enterar, ye, ye" cantaba, o la obligaban a cantar, la mallimpiadita actriz Concha Velasco, en aquello gazmoños tiempos franquistas de los sesenta. Y ahora, las sociedades del estado español se han disfrazado de falsa moderniada, pero siguen infectadas de la misma gazmoñería política de entonces. No se quieren enterar tampoco, de las mentiras de un poder que utiliza una tramposa democracia monárquica para continuar con los abusos de Fernando VII, María Cristina de Borbón y todos los demás granujas Borbones, hasta llegar al Bribón de estos días. Y no podemos decir que lo haga el de turno, Felipe el prepagao, porque, como es inviolable, no se le pueden comrpbar las malas andanzas. Pero, hasta que se demuestre lo contrario, los genes borbónicos de la ratería no tienen porqué haberse extinguido, por mucho que le metieran sangre griega -en realidad, escandinava, al podrido torrente sanguíneo dinástico. Después de este desahogo mío, de Chema tante, procedo a presentar el magnifico artículo de José Antonio Pérez Tapias en CTXT que recomienda el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Pérez Tapias se pregunta cómo un gobierno del PSOE, es decir, ideológica, visceral e históricamente republicano puede seguir apuntalando esta trama del robo que llaman monarquía.

José Antonio Pérez Tapias aborda en este artículo señalado en CTXT por el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado otro de los espinosos temas que le esperan al Gobierno Progresista. Las relaciones con la religión, en general y con  la Iglesia católica en particular. Uno más de tantos problemas que lustros de gobiernos de derecha o complacientes con la derecha, por muy socialistas que se presentaran, han dejado pendientes pero cuya no resolución es altamente perjudicial.

Idaira Afonso, concejala de Unid@s se puede en el Ayuntamiento lagunero, asegura que su formación tiene el compromiso de avanzar hacia la laicidad de las celebraciones institucionales del municipio.

La derogación de los acuerdos concordatarios, la escuela laica y una Ley de Libertad de Conciencia, entre sus principales reivindicaciones

Antonio Aguado recomienda este serio artículo de Coral Bravo en EL PLURAL, que recuerda otra de las facetas de la democracia perdida en el estado español desde 1936-39. Mucho cuidado con esto. Laicidad no significa anticlericalismo ni sentimiento contra la religición, sino respeto a las sensibilidades de todo el mundo.

Indican que multitud de instituciones han abordado este debate, asumiendo la necesidad de actualizar los actos públicos y apostando por una clara laicidad

Durante décadas, una aspiración de los sectores progresistas en la educación ha  sido la  reivindicación de "autonomía para los centros educativos". Curiosamente, esta formulación, en cuanto tal, coincide con los planteamientos de la derecha.

¿Por qué no acudo como alcalde a las procesiones?, esta es la pregunta que siempre se me hace en las fiestas y en Semana Santa. La gente me cuestiona si es una protesta contra la Iglesia o si es porque no soy católico. Esas dos cuestiones no son importantes.