Cuando ya se acerca la fecha del encontronazo de Colón con un continente cuya existencia ignoró toda su vida es muy oportuna esta reflexión de Marcos Roitman Rosenmann en DIARIO 16 sobre las cacareadas autoalabanzas del imperialismo español. Y yo, Chema Tante, le digo a Aznar Almeida, Espinosa de los Monteros y demás tropa, que mucha gente de los países conquistados, de Canarias a Argentina o Mexico y todos los demas rechazamos la salvajada cruel, sanguinaria, saqueadora , destructora de culturas y opresora que fue la conquista y coloniaje español.

En Canarias, las relaciones sociales de producción se basaron, hasta hace relativamente poco, en la propiedad de la tierra. Esto significa, en primer lugar, que las relaciones productivas se presentan a menudo como relaciones personales (como explica Marx sobre las relaciones feudales en El Capital) y, en segundo lugar, que el peso y las consecuencias de las formas antiguo-regimentales aún sigue pesando en la mentalidad canaria.

Arturo Caballero ofrece este insigne artículo en TAMAIMOS. Un texto que se refiere a la ancestral resignación borreguil de nuestro pueblo canario, que aguanta lo que le echen. La clave, mucha gente lo sabe, pero poca se atreve a decirlo, es el síndrome del colonizado. En los años 60 y 70 se discutía mucho sobre esto, asunto de Fanón, o del Natura y cultura de las islas canarias. Pero ya se ha olvidado. Y hay que recordarlo.

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