Mientras La casa de mi tía roía las cadenas que la han mantenido muda e inactiva estos días, Domingo Méndez mantuvo su esfuerzo inquisidor y reflexivo sobre la Prensa Escrita Canaria de este 31 de enero y estos 1, 2 , 4 y 5 de febrero
Desde hace meses asistimos en Canarias a un nuevo asesinato de Montesquieu. El pensador francés escribió que “el juez debe ser la boca muda que pronuncia las palabras de la ley”. En nuestras islas hay jueces que no solo hablan al margen de la palabra de la ley, también graban y son grabados, son víctimas y verdugos de conspiraciones que se realizan en unos juzgados construidos y mantenidos con dinero público para perseguir el delito y no para organizar tramas que pueden beneficiar a políticos o empresarios amigos. O para perjudicar a políticos o empresarios enemigos.
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