Luis Portillo Pasqual del Riquelme destaca esta nota de Alfonso Lafarga en CONTRAMUTIS, que traslada la denuncia del Movimiento por los presos políticos saharauis (MPPS) sobre otra manifestación de la crueldad y absoluta carencia de sentimientos humanitarios del régimen déspota marroquí. Ese estado, tan amigo de los monarcas y de los gobiernos españoles, mantiene a su población reclusa indefensa ante la evolución de la pandemia del coronavirus.
Esta semana asistimos, de nuevo, al bochornoso espectáculo político del juego de las sillas. El mensaje, que se transmitió en el debate de investidura, es claro: les motiva y les interesa la silla, el poder. No hay ética, ni memoria, ni cumplimiento de promesas, ni dignidad, todo vale con tal de conseguirla antes de que pare la música, desde las descalificaciones hasta las mentiras...barra libre con inviolabilidad asegurada.