Antonio Aguado señala y comenta esta crónica de Paula Díaz en PÚBLICO, comentando la cínica injerencia del corruPPto partido en la campaña electoral catalana. Una injerencia, añado yo, Chema Tante que es absolutamente esperable. En estas elecciones se dirime la cuestión esencial de cuánta gente está a favor y cuánta en contra, de la independencia de Cataluña.
Hem vist la por, Ser llei per a tots. Hem vist la sang -que sols fa sang- Ser llei del món. (Raimon 1963)
Decimos en Canarias que pintarle un machango a alguien es enfrentarse a alguien, ponerlo en evidencia. Y en estos días, no es Puigdemont quien le está pintando un machango a este estado de derecha. Ni siquiera él y Junqueras; ni ellos dos y Gabriel. Son los muchos millones de personas (no sabemos cuántas, porque no lo dejan consultar en paz y democracia) que en Cataluña le están diciendo al estado que no, como ya gritaba Raimon en 1963, en palabras que no han perdido vigencia ni belleza.
Los presidente y vicepresidente del gobierno catalán, la presidenta del Parlament y la alcaldesa de Barcelon, mandan una carta conciliadora a Rajoy y al Jefe del Estado. Un nuevo intento de los muchos con que las personas representantes de la mayoría de la población de Catalunya tratan de cumplir pacíficamente, democráticamente, con la aspiración popular de expresar su opinión. Porque, contra lo que se viene diciendo desde el imperialismo centralista, las instituciones catalanas han querido llevar este asunto por las vías legales y democráticas, pero se les han tumbado todas las iniciativas.