Una entrevista a Rob Wallace en SIN PERMISO, de marzo del 2020. Que da respuesta a quienes se atreven a defender a la gran industria cárnica "porque "genera mucho empleo y exporta mucho". Alberto Garzón tenía mucha razón e incluso se quedó corto. El exceso en el consumo de carnes rojas, que solamente puede cubrirse con ganadería intensiva, no solamente es nocivo para la salud y perjudicial para el medio ambiente, sino además causa las graves enfermedades infecciosas. Como dice Federico Aguilera Klink, al señalar el artículo: "Grandes Granjas, Grandes Gripes, un texto definitivo para tratar de callar a toda esta panda de malvados y mentirosos"

Federico Aguilera Klink, señala este artículo de Rob Wallace, Alex Liebman, Luis Fernando Chaves y Rodrick Wallace, en VIENTO SUR y MONTHLY REVIEW y dice: "Muy largo pero buenísimo , colocando las piezas para que se pueda entender el rompecabezas. La clave, para mí, a partir del apartado Liberación, para hacer más fácil la lectura." Y yo, Chema Tante, digo que la abigarrada estructura del artículo parece responder a la variedad de especialidades de sus autores. Un texto perturbador, pero que aclara muchas cosas de esta pandemia. Hay que asumir que el texto está escrito a finales de marzo, parece que haya pasado un siglo. La primera parte se aplica a desarrollar los aspectos estrictamente sanitarios de la pandemia y alerta de que la cosa, dentro de la confusi´n fruto de la ignorancia general, va para largo, hasta que se obtenga una vacuna o una terapia efectiva. Véase la impresión del equipo del Imperial College, que recomienda una estrategia resignada de convivencia con  el virus, confinando y reanudando la actividad, sucesivamente, en función de la evolución de los contagios y del descongestionamiento de los hospitales. El artículo pasa después a las consideraciones sociales y económicas,relatando como el capital está a la vez, en una surte de adaptación demoníaca, en el origen y en la contención de la pandemia. "la agroindustria está en guerra con la salud pública.⁷¹ Y la salud pública está perdiendo. Y los autores rematan  recomendando lo obvio:la única liberación de esta y las subsiguientes pandemias, es terminar con" la causa de la causa que es la causa del mal causado", el capital. La revolución es la liberación. Más claro no se puede decir. . 

Esto es desesperante. Todos los pronósticos, fundamentados pronósticos, que ya empiezan a ser constataciones de la realidad, que nos indican la terminal catástrofe ambiental que sin remedio llega al planeta, no sirven para conmover a la inmensa mayoría de la población opulenta. La no opulenta no necesita convencerse, ya sufre en sus carnes la dura verdad. Esto es culpa de la gente rica, sobre todo, la que manda en las empresas, no dispuestas a renunciar en lo más mínimo al beneficio que su dios Friedman les mando a buscar. Con sus artimañas para llevar a las sociedades al paroxismo del consumo y la depredación de territorios y recursos la gente rica ha llevado a esta situación. El mundo está agonizando y nuestra especie, con él. El primer capítulo del libro "El planeta inhóspito" de David Wallace-Wells, que ofrece CTXT REVISTA CONTEXTO, no deja ni una rendija de esperanza. Las y los puretas como yo, Chema tante, tenemos al menos el triste consuelo del monje al que poco le queda en el convento. Pero la gente joven... Por esa gente joven lo siento.