El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado señala y comenta este artículo de Xavier Díez en DIARIO 16, en el que el comprometido docente, historiador y escritor denuncia la decepcionante actitud de una izquierda (IU y Podemos, del PsoE, ni hablemos) que asiste sin mostrar demasiada preocupación al desastre moral, social y político en los territorios que conforman lo que va quedando del imperio español. Donde, como dice Díez, sigue mandando la España del 39. España tenebrosa, agrego yo, Chema Tante

Francisco Morote, de Attac Canarias, señala en EL MERCURIO DIGITAL y ESPACIO MÉX este artículo de Xavier Caño Tamayo del que resulta difícil extraer algunos párrafos resaltantes. Todo este texto es importante. El asunto son los dos grandes problemas que enfrenta el gobierno Sánchez: que la recuperación de la llamada crisis no beneficie solamente a quienes menos afectó y el alivio de las tensiones territoriales. Aumento de la recaudación fiscal y satisfacción de las aspiraciones populares son los remedios, como sabe todo el mundo con seso y como recomienda Caño Tamayo en este valioso artículo. Pero ahí está el neoliberalismo fanático nacionalista español, para impedirlo.

Si pensamos en cuánta razón reside en aquello de que repitiendo una mentira puede llegar a parecer una verdad, debemos concluir que insistir sobre una verdad podrá algún día servir para algo. Es lo que ocurre, por ejemplo, en el caso de los paraísos fiscales, fenómeno que hace posible la perpetración de los delitos fiscales y de muchas otras naturalezas. Es necesario repetir sin descanso que buena parte de las injustas desgracias que afligen a la Humanidad podrían ser aliviadas, simplemente, con esos billones de euros que se dirigen a los paraísos fiscales. Por no hablar de que el mismo hecho de poder guarecer el fruto, potencia muchos otros delitos. Francisco Morote, de Attac Canarias señala en NUEVA TRIBUNA y en la página de Attac España, este insistente e incisivo texto de Xavier Caño Tamayo, también de Attac. Attac, por acá, Attac por allá, luchamos por la Justicia Económica Global.

Tras la masiva manifestación de Barcelona algunos medios ya se han apresurado a cantar victoria, hablando del fin de la hegemonía del independentismo, obviando que una gran cantidad de manifestantes procedían de fuera de Catalunya, mientras que los independentistas movilizaron el uno de octubre a más de dos millones de personas. Yo no mostraría tan ufano una victoria que se puede volver pírrica a la vuelta de la esquina, en cuanto el independentismo recule y se reorganice mejor para dar la próxima batalla -que será larguísima- en el entorno europeo e internacional.