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sábado, 18 de mayo de 2024 09:48h.

Para ANC, España sigue siendo cuna de cultura fascista

Mientras en países como Alemania los símbolos nazis están prohibidos, en España el fascismo campa a sus anchas y hace públicamente apología de la violencia.

Para ANC, España sigue siendo cuna de cultura fascista

Mientras en países como Alemania los símbolos nazis están prohibidos, en España el fascismo campa a sus anchas y hace públicamente apología de la violencia.

¿Se imaginan ustedes una opción política nazi, cuyo representante anunciara públicamente que les "cortaría la cabeza a toda la clase política" y que "arreglaría el Estado con sangre"? En España eso ha pasado, de la mano de Pedro Pablo Peña, líder de Alianza Nacional, que fue capaz de asegurar en un programa de radio que, si de él dependiera, los problemas de España se solucionarían con sangre. Este vetusto neonazi, que confesó que su principal referente político era Adolfo Hitler, declaró muy tranquilo que "Ejecutaría al Rey, al Príncipe y a todos los miembros de la clase política española..."

Según ANC, mientras la legislación española no respeta el derecho a la autodeterminación de los Pueblos, ni se aproxima a la participación ciudadana real en política y esgrime una Carta Magna redactada bajo la atenta mirada de los herederos del franquismo y sus fuerzas represivas, reformándola sólo para beneficiar al poder financiero, se mantiene una especie de vacío legal que permite lucir simbología nazi e incluso hacer apología de la violencia en medios de comunicación, con palabras que le costarían cárcel a cualquier representante electo de otra opción política.

Parece ser que la ley española no prevé castigo alguno para la mera exhibición de este tipo de símbolos "si no va acompañada de una conducta activa propia de un crimen de odio" Pero sin embargo, no cuesta mucho ver declaraciones claramente fascistas o racistas en boca de algún alcalde o de elementos como el antes citado sin que se actúe contra él, a no ser que hablemos del ámbito deportivo, donde la preocupación si ha llegado y se pretende frenar a través de la  Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, aunque aquí también ponemos en duda su correcta aplicación, sobre todo cuando en Canarias vemos como actúa la policía contra la simbología canaria y en España los símbolos nazis se lucen y parecen tener la cobertura hasta por la propia Corona.